Nombre: Ángel Santamaría ‘Íkaro’
Profesión actual: Propietario restaurante
Grupos relacionados: Arkania
Puesto dentro del grupo: Voz
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Fotografía: Domingo J. Casas
Cuéntanos quién eres, y cuál es la faceta por la que te conocemos en el mundillo.
Me llamo Ángel Santamaría, muchos me conocen como Ícaro y soy el cantante de Arkania.
¿Cuánto tiempo llevas tocando?, ¿y en tu grupo?
Recuerdo subirme a un escenario por primera vez a los 17 años y ahora tengo 45, de una manera u otra nunca abandoné la música. Con Arkania, y «profesionalmente», llevo desde su fundación, hace ahora 12 años.
«Nunca he dejado de ser fan (…) Mi proceso particular está muy diluido, porque nunca considero algo grande (sí mágico) subirse a un escenario, mi antes y después de un escenario es algo completamente normal, no lo tengo por extraordinario, será la experiencia»
¿Cómo describirías el proceso de pasar de ser un fan a subirse al escenario?
Buena pregunta. Nunca he dejado de ser fan; de otras bandas, de medios como el suyo, de artistas individualmente hablando. Mi proceso particular está muy diluido, porque nunca considero algo grande (sí mágico) subirse a un escenario, mi antes y después de un escenario es algo completamente normal, no lo tengo por extraordinario, será la experiencia.
¿Tuviste algún tipo de formación musical o eres totalmente autodidacta?
Siempre he tomado apuntes a modo de formación de guitarra, solfeo o canto. He estudiado en escuelas de música, con cantantes líricos particulares o, donde más he aprendido, con logofoniatras y especialistas médicos de la voz. Aunque mi mayor fuente de experiencia viene de practicar y experimentar con mi voz de forma autodidacta pero consciente.
España siempre parece un lugar improbable para lograr el éxito con el rock/metal. ¿Qué opinas de esta tendencia?
¿Que es cierta?, ya no solo con este estilo de música, ahora por desgracia cualquier estilo está en horas bajas. Los hábitos de ocio están cambiando y no parecemos darnos cuenta.
¿Cómo destacar frente a las demás bandas?
Afortunada….. o desgraciadamente, somos miles de bandas peleando en tan poco espacio y es una tarea muy complicada, pero con trabajo y buen material entre manos tienes muchas opciones para llamar más la atención.
«Siempre he tomado apuntes a modo de formación de guitarra, solfeo o canto. He estudiado en escuelas de música, con cantantes líricos particulares (…) Aunque mi mayor fuente de experiencia viene de practicar y experimentar con mi voz de forma autodidacta pero consciente»
¿A qué te dedicas en la vida real para llegar a fin de mes?
Dirijo mi propio negocio, un restaurante asador en Madrid.
¿Te genera más gastos o ingresos tu participación en la banda?
Gastos, gastos y más gastos.
¿Dónde está la frontera entre un hobby caro y una profesión con la que ganarse el pan?
Uf, hay que tener muy claro dónde está esa línea para no rayarte y agobiarte. Mi consejo es saber diferenciar tu trabajo de tus hobbies, saber dominar y disfrutar de ambos y no pensar que un hobby, por mucho que te guste, terminará siendo tu medio de vida. Hay un porcentaje muy bajo de casos que se hayan dado con buen resultado.
¿Consideras a corto, medio o largo plazo la posibilidad de poder vivir de la música?
No, en ningún momento.
¿Que tendría que cambiar para que eso fuera posible?
Necesitaríamos una entrevista nueva de tres horas, vivimos en un país muy estereotipado y estigmatizado en cuestiones culturales, lo veo prácticamente imposible.
«He aprendido a desconfiar de mucha, muchísima gente que te rodea continuamente. He aprendido que antes de crear un grupo profesional debes tener un buen abogado. Pero amo la música, no sé vivir sin ella, aprendes a defender tu terreno, sobre todo»
¿Qué has aprendido hasta ahora del negocio como músico?
He aprendido a desconfiar de mucha, muchísima gente que te rodea continuamente. He aprendido que antes de crear un grupo profesional debes tener un buen abogado. Pero amo la música, no sé vivir sin ella, aprendes a defender tu terreno, sobre todo.
¿Qué porcentaje de las experiencias personales se transportan a la partitura?
En mis últimas composiciones es un porcentaje bastante alto. Al principio intentas contar historias interesantes, fantásticas o inventadas, a medida que creces, como músico y como persona, descubres que las historias interesantes son las tuyas propias.
Un deseo para el futuro…
Que la inspiración no me abandone nunca.
