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Centinex ‘Doomsday Rituals’

En 2.014 nos llegaba una gran noticia: una de las bandas con más personalidad y más peculiares del death metal sueco volvían a coger sus armas, su retiro había durado casi 8 años. La banda que para algunos fue una de las que mejor abanderó la escena de Estocolmo durante una época dura para el género (finales de los 90/principios de los 2.000) nos dejaba huérfanos. El regreso, al menos para un servidor, fue un motivo de alegría, esperaba que nos sorprendieran como siempre habían hecho: aportando ideas nuevas y frescas a una escena algo estancada. Pero ‘Redeeming Filth‘ no cumplió con eso, sorprendió, pero (al menos en mi opinión) para mal. Que no se me malinterprete, no es un mal disco, la producción es realmente buena, suena atronador, como un disco de death metal fabricado en Suecia debe de sonar. Pero no basta con eso, no si imprimes ese logo en tu portada, no si eres Centinex.

Doomsday Rituals‘ sigue la misma línea que dejaron en 2.014, con los ritmos a mid-tempo, secciones de cuerda con riffs predominantemente machacones, mucho más en la línea que defendían (y defienden) sus compatriotas Entombed o Grave. Tengo la sensación de entrar en un Déjà vu y volver a ese ‘Redeeming Filth‘, no puedo decir que sea un mal disco, suena perfecto, la producción es exquisita, suena imponente, monolítico, pero vuelvo a sentir una decepción por ser quienes son. En este caso el factor sorpresa no existe, se han dedicado a copiar la fórmula de su anterior disco y hacer nuevas canciones basadas en una estructura demasiado básica y conservadora.

El disco sigue una guía con mucha coherencia, el tracklist está escogido con mucho gusto y te cuenta una historia de una media hora de duración. Es una parte fundamental en la concepción de un album: que las canciones se fusionen entre sí para conseguir una experiencia mucho más satisfactoria para el oyente, y Centinex lo consiguen. Los suecos nos proponen un viaje lleno de contundencia, de muros sónicos y voces cavernosas. Es un viaje de 30 minutos a la Estocolmo de 1.992 con cortes simples y efectivos, con una fórmula definida y con estribillos que te harán gritar la letra como pasa en temas como ‘Dismemberment Supreme‘ o ‘Exist to Feed‘.

El artwork merece una mención especial en este caso por la capacidad de comprimir el disco en una imagen, lo que veis en la portada es lo que vais a encontrar en el disco: muerte, carne podrida y destrucción.

Hay pocos matices en este disco, van al grano, a cumplir su objetivo: reventarte los tímpanos. A los que gozamos de esta vertiente del death metal nos dará media hora de headbanging pero estamos en 2.016, sois Centinex, tenéis un legado y no estáis respondiendo a lo que esperamos de vosotros. ¡Nos vemos en el Move Your Fucking Brain!

Para fans de: Bloodbath, Entombed, Grave, Obituary, Kataklysm.

Lo mejor

  • La producción, sabían lo que querían y como lo querían.
  • Que estén de vuelta

Lo peor

  • La falta de innovación para una formación que SÍ tenía algo que decir en épocas pasadas.

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