Quinto álbum de estudio de una de las bandas más respetadas en el neo prog de los últimos 14 años. Desde sus inicios en 2002, con aquel sorprendente y magnífico ‘Entering The Spectra‘, este proyecto de Jonas Reingold (bajista en The Flower Kings) se mostró capaz de ofrecer unas obras enormemente sofisticadas a falta de encontrar consolidación y credibilidad. Aun así, siguientes trabajos como ‘Wheel Of Life‘ (2004) y ‘Who’s The Boss In The Factory?‘ (2008) resultaron ser otras joyas del rock progresivo del nuevo milenio, con unos arreglos y unas interpretaciones vibrantes como pocas. En mi opinión, esa credibilidad la alcanzaron con su último trabajo ‘In a Perfect World‘ (2011), dónde el álbum suena redondo y todas las canciones guardan una relación dentro de la obra global.
Cinco años después, las expectativas acerca de la evolución de Karmakanic eran muy altas, tal vez demasiado… Se acusa más que nunca la ausencia de un guitarrista que esté a la altura del añorado Roine Stolt. Las composiciones están más orientadas a las ambientaciones, influenciadas por el teclista Lalle Larsson y hasta de Nils Erikson (aunque en esta ocasión no aporte teclados, sólo voz solista en dos canciones) pero guardan la esencia de Reingold, con su peculiar sonido fretless y la grandiosa voz de Göran Edman, uno de los mejores cantantes de rock de la historia (se que más de uno verá este comentario como una exageración, pero me sale del alma). Completan la formación con el excelente baterista de Kaipa, Morgan Ågren y unos cuantos músicos invitados y voces de apoyo. La producción corre a cargo del propio Reingold, quien escribió esta historia inspirada en el impactante e instructivo programa de televisión ‘Cosmos‘, obras del popular científico Carl Sagan.
No es nada nuevo que se emplee la temática de la visión universal desde una perspectiva lejana a nuestro mundo, para ilustrar lo efímera y e intrascendental que resulta nuestra existencia desde allí. Estas son las impresiones que me llevo de este álbum y que comparto con vosotros.
‘DOT‘ es una breve introducción con sonidos de nave espacial para dar paso a ‘God the Universe and everything else no one really cares about – Part I‘, que es una suite de 24 minutos. Comienza de forma melancólica y sugestiva. Pero pronto se van sucediendo los cambios de ritmo y de emociones cargados de buenos arreglos. Salvo algunos pasajes con cierta agresividad, el tema transcurre melodioso y retro con orquestaciones. Incursiones de piano y flautas le dan un elegante toque de jazz fusión y progresivo de los setenta. La variedad de estilos abordados instrumentalmente, empastan de forma magistral con arreglos corales y voces solista en las que Göran no escatima talento, matizando convenientemente cada parte, y dando una riqueza que pocos vocalistas serían capaces de alcanzar. El desarrollo del tema atiende más a una banda sonora que acompaña distintas escenas, que a la coherencia instrumental de una canción al uso.
‘Higher Ground‘ es un tema relajado que te acaricia y te envuelve con sutileza en sus 10 minutos, y con algunos arreglos progresivos ocasionales para romper su sencillez. Destacable interpretación de la voz solista a cargo de Nils Erikson, que a ratos parece cubrir en estilo el hueco que dejara vocalmente Roine Stolt, pero sin renunciar a sus propias cualidades demostradas en sus álbumes solistas. Se nota también el buen hacer de Göran en los arreglos corales de un tema para dejarse transportar.
‘Steer by the Stars‘ parece ser una canción hecha expresamente para convertirse en single. Breve y comercial, pero no por ello carente de calidad. Göran Edman se desenvuelve totalmente en su esencia. Tal vez muchos fans de Karmakanic, o del progresivo, no aprecien esta pieza, pero las mejores interpretaciones de Göran fueron registradas en proyectos de AOR cómo Street Talk o Kharma, y en esta ocasión brilla en lo que mejor sabe hacer. Espectacular forma de acabar la canción con un arreglo de voces cruzadas a capella.
‘Traveling Minds‘ gana en intensidad sin perder el equilibrio melódico demostrado en ‘Higher ground‘ y contando de nuevo con la voz solista de Nils Erikson. No me atrevería a decir que es un tema de relleno, aunque desde luego es de los que menos aporta.
‘God the Universe and everything else no one really cares about – Part II‘ es el epílogo de esta historia. La batería lleva las riendas en la primera mitad de la canción con un redoble de caja casi de marcha militar para asentar un melódico tema de piano en el que hay poco que destacar, dejando la sensación de que a este álbum le falta algo. Que a pesar de tener una suite principal excelente…. no hay mucho más. Y sobre todo, que no está a la altura de anteriores trabajos.
Aun así, es de obligada escucha para los seguidores de la banda y para quienes quieren escuchar, sin prejuicios, buena música sin entrar en comparaciones con obras pasadas, cómo lamentablemente me pasa a mi. Pero es que después de 5 añazos desde su obra anterior, parece que la composición esté acabada con prisas.
Lo mejor
- La elegancia. La suite
Lo peor
- Se esperaba más canciones al nivel de la suite.