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El otro lado del metal (LI): Jonathan y Xènia «Más vale calidad que cantidad»

Nombre: Jonathan y Xènia
Profesión actual: Área de proyectos TIC / Administración
Labor asociada dentro del mundillo: Redactores jefe en Pitchline Zine
Enlaces relacionados: Sitio web oficial Pitchline | Facebook | Twitter

Contadnos quienes sois, y cuál es la faceta por la que os conocemos en el mundillo.

Somos Jonathan y Xènia, la segunda generación de redactores jefe de Pitchline. El webzine se creó por varias personas con larga experiencia colaborando en distintos medios metaleros para dar una mayor exposición y especialización en el género más extremo del metal, pero sin renunciar a esa rama más ‘experimental’ que tiene este estilo. Empezamos como medio totalmente underground, sobretodo enfocados a las diferentes vertientes del death metal, y poco a poco fuimos creciendo, llegando a trabajar de forma bastante estrecha con sellos relativamente importantes del género, a saber: Season of Mist, Relapse Records, Century Media, etc. sin olvidarnos de nuestra faceta underground y subterránea.

Nuestra marca y lo que nos diferenció del resto de medios fue la de disponer de total libertad para dar nuestra opinión más sincera pero manteniendo un tono lo mayor profesional posible, así como los contenidos, que distan de lo que habitualmente puede encontrarse en cualquier otro medio del género, ya sea a modo de reseña, crónica, entrevista o artículo.

«Empezamos como medio underground, sobretodo enfocados a las diferentes vertientes del death metal, y poco a poco fuimos creciendo, llegando a trabajar de forma bastante estrecha con sellos relativamente importantes del género»

¿Cuánto tiempo lleváis en el sector musical?, ¿y en el portal web?

Jonathan: En Pitchline entré casi al mismo tiempo de su concepción, allá por 2005. Anteriormente daba mis primeros pasos como redactor de la mano de Daniel Rojas (ex – batería de Haemorrhage) y Daniel Álvarez (Frozen Dawn) en Mondongo Canibale Records de cuando convivía la parte del sello / distribuidora junto a la de webzine, pero esta última tuvo que desaparecer. De ahí me tantearon para entrar en RafaBasa y encargarme de la parte de metal extremo, pero por la amistad que fragüé en su día con la primera generación de redactores de Pitchline, me uní a ellos. Ser parte de ese elenco de gente, de la cual he aprendido muchísimo durante todos estos años en muchos aspectos y que además admiro a día de hoy, fueron motivos más que suficientes para unirme a ellos. Con el paso de los años me fue concedido el liderar el proyecto… pero eso ya es otra historia.

Xènia: En mi caso llevo más de diez años en el sector musical. Empecé junto a un grupo de amigas uno de aquellos antiguos foros de MSN, solo apto para chicas a las que les gustara el rock y el metal llamado Queens of Steel. De allí se abrió un blog y con ello llegaron las primeras colaboraciones como periodista musical. Este blog fue creciendo, creándose un renombre dentro de la escena, pero, en mi caso, fue difícil compaginarlo con los estudios y el trabajo, por lo que tuve que bajarme del barco. Pese a ello, seguía estando al día en lo que sucedía en la escena del metal, atendiendo eventos y leyendo otros medios de misma temática, hasta que volvió a ‘picarme el gusanillo’ de escribir de nuevo. Y como siempre había sido fiel seguidora de Pitchline, ya que me gustaba mucho el modo en que tratan todo el contenido, plasmando calidad y conocimientos (algo difícil de encontrar en muchos medios), decidí probar suerte, ¡y aquí estoy desde entonces! Mi primera aportación tuvo lugar el verano de 2010, y poco a poco fui teniendo una mayor implicación en la gestión interna del medio hasta ser la mano derecha de Jonathan. Cuando él tuvo que dejar un poco apartado el zine por motivos personales, “cogí” las riendas de éste. Y lo pongo entre comillas porque mientras uno estudia y trabaja a la vez, es muy complicado poder gestionar un zine y mucho menos de tal envergadura como Pitch: promos, premiers, entrevistas, deadlines constantes… hasta tal punto de dormir tres horas diarias y no tener casi vida social para intentar tenerlo lo más al día posible, jejeje. Así que finalmente, y como sabéis, decidimos poner en práctica una idea que llevaba en nuestra mente, sobretodo de Jonathan, desde hacía unos años: el fin del zine.

«Es un trabajo poco agradecido (…) pero realizarlo llena mucho a título personal. Incluso esta experiencia, lo aprendido, vivido, etc nos ha valido para aplicarlo en nuestra carrera profesional»

¿Cómo describiríais el proceso de pasar de ser un fan/lector a tener vuestro propio medio?

Creo que todo depende de la pasión que tengas por la música en general. A ello, habría que unirle dedicación, disciplina y constancia. Es un trabajo poco agradecido, vosotros lo sabréis más que nada, pero realizarlo llena mucho a título personal. Incluso esta experiencia, lo aprendido, vivido, etc nos ha valido para aplicarlo en nuestra carrera profesional, como: resolver ciertas situaciones complejas, gestionar las relaciones entre ‘zine y clientes (bandas, sellos, agencias de promoción, etc), delegación de tareas con el staff, gestión y desarrollo de los recursos (humanos) de Pitchline, etc. También entiendo que para dar el paso de ser un fan/lector se necesite una muy buena base de conocimientos a nivel musicales, indagar, estudiar e investigar en los estilos y muchísimas horas escuchando música, aparte de tener un ‘cierto’ talento a la hora de la redacción. Al menos, yo así lo vemos o percibimos.

Puede parecer todo muy sencillo pero no lo es. Por ejemplo, abundan muchos blogs que hacen reseñas de discos y quizá, de forma puntual, alguna entrevista. Eso esta bien, pero el esfuerzo se centra en ponerte a escuchar el disco, intentar dar tu opinión (mejor o peor, eso ya es otro debate muy extenso en el cuál no vamos a entrar) e ir haciéndolo poco a poco en tu tiempo libre. Pitchline creció tanto que había días en los que todas las horas libres solo daban para contestar e-mails. Sin exagerar, una media de 100 e-mails al día, y recalcamos lo de media. Y cuando uno había acabado de gestionar los que provenían de Europa, empezaban a llegar lo de América, ¡un no parar! A ello hay que sumarle la actualización diaria de noticias y una reseña, coordinación con todos los colaboradores, revisión de todos los contenidos a publicar, maquetación, redes sociales, premieres… parece muy sencillo, pero conlleva sinfín de trabajo que no es perceptible a primera vista.

¿Tuvisteis algún tipo de formación o sois totalmente autodidactas?

Formación específica en redacción, en el caso de los dos que contestamos esta entrevista, no hemos tenido más allá de lo que uno haya podido adquirir durante nuestra etapa de estudiante. Nuestras carreras profesionales no tienen ningún nexo común ni con el periodismo ni con la industria musical. Si lo ampliamos a toda la gente que ha formado Pitchline Zine, hemos tenido a más de un colaborador que ha estudiado periodismo, aprendido música en conservatorios y toca o ha tocado en uno o varias formaciones musicales.

«Relapse Records y Season of Mist se leían nuestro contenido (…) les gustó nuestro modo de plasmarlo (…) Llegamos al punto de que las propias discográficas y grandes grupos son los que contactan para realizar premieres o críticas de discos que luego serán utilizadas en la promoción a nivel mundial. Este tipo de acciones es lo que te llena y te motiva para seguir adelante»

España siempre parece un lugar improbable para lograr el éxito con el rock/metal. ¿Qué opináis de esta tendencia?

Es una afirmación totalmente cierta. Por un lado podríamos hablar de cómo es tratado este estilo a nivel cultural, y por otro hablaríamos de la denominada ‘escena’.

Empezando con lo primero, podemos afirmar que se nos ha tenido mucha mejor consideración y respeto por nuestro trabajo fuera de nuestras fronteras. Nadie es profeta en su tierra. Varios ejemplos: la primera vez que fuimos al Brutal Assault en la República Checa, el chico encargado de prensa y que gestionaba la comunicación entre medios y grupos, nos dijo que tenía muchísimas ganas de conocernos en persona porque le encantaba la web. ¿Cómo le va a gustar si está en castellano? A raíz de una entrevista en inglés que leyó, le gustó que no preguntásemos lo mismo de siempre, fue traduciendo nuestras reseñas para saber qué decíamos de los lanzamientos… y la verdad, es que es de agradecer este tipo de feedback. Podríamos incluso decir que nos pasó lo mismo con Relapse Records y Season of Mist: se leían nuestro contenido cuando les hacíamos saber que habíamos mencionado a grupos de su roster en nuestro medio, les gustó nuestro modo de plasmarlo, y por eso siempre nos ponían facilidades y contaban con nosotros para premieres y otras propuestas, pese a saber que hay medios mucho más grandes y que pueden dar mayor cobertura a la música que ellos promocionan. Incluso llegar al punto de que las propias discográficas y grandes grupos son los que contactan contigo para realizar premieres o críticas de discos que luego serán utilizadas en la promoción del disco a nivel mundial. Este tipo de acciones es lo que te llena y te motiva para seguir adelante.

Por el contrario tenemos la denominada “escena”, aquella llena de envidias y de ego. Es una verdadera lástima ver que pasan los años y la denominada ‘escena’ sea un patio de colegio: que si te copio contenidos, que si miento y hago lo que sea para fastidiar a otros medios, que si yo soy el mejor, bla bla bla y más bla. En vez de disfrutar cada uno de sus hobbys, sea como músico o llevando un medio, la mayoría de esas personas que se llenan la boca hablando y diciendo que apoyan la escena cuando apenas hacen nada por ella, algunos de ellos ni siquiera asisten a eventos, pese a que en su medio prediquen con el lema “yo apoyo la escena”. Y este ego y envidia no solo es en el ámbito de prensa, también entre los grupos, los primeros que no saben aceptar palabras distintas a las que les gusta escuchar o que se creen los amos y señores del mundo por dar su opinión en las redes sociales. Da mucha pena, mucho asco y desanima mucho el ver que te ponen muchas trabas por el simple hecho de hacer algo que te gusta y con el que tienes buena aceptación.

«No hemos querido poner publicidad pese a que teníamos pérdidas económicas, nunca hemos abusado de las acreditaciones (NUNCA hemos pedido un pase de prensa para conciertos underground, va en contra de nuestros principios)»

¿Cómo destacar frente a las demás webs?

Seamos sinceros: desde el primer momento nos ha caracterizado el hecho de dar nuestra opinión y decir que algo no nos gusta con respeto y de forma clara. A ello le sumamos que siempre hemos intentado salirnos del patrón aburrido de las entrevistas, obviando las preguntas de cajón que los grupos tienen que contestar constantemente en cada disco que editan, y es algo que a los lectores (¡y grupos!) les gusta y nos agradecen porque va más allá de la parte ‘superficial’ de un grupo. Porque al fin y al cabo, la gran mayoría de implicados en Pitchline, también somos músicos y hemos sabido utilizar la empatía en ese sentido. A nivel de contenidos hemos intentado equiparar el underground con los grupos más conocidos, incluso nos atreveríamos a decir que underground ha estado siempre más presente, y ello se consigue a base de estar metido de lleno y pendiente de la escena. Lo mismo podríamos decir respecto a los artículos que hemos publicado, en los que se ha plasmado otro punto de vista en referencia a la música, con resultados de calidad y con muy buena acogida por el sinfín de lectores que han obtenido. Y todo esto se ha podido ir manteniendo a lo largo de estos once años de andadura al tener muy clara nuestra filosofía: no hemos querido poner publicidad pese a que teníamos pérdidas económicas, nunca hemos abusado de las acreditaciones (NUNCA hemos pedido un pase de prensa para conciertos underground, va en contra de nuestros principios), hemos comprado con nuestro dinero el material físico que queríamos tener pese a tener la posibilidad de tenerlo gratuitamente y, sobretodo, nuestra premisa “más vale calidad que cantidad”.

«Desde el primer momento nos ha caracterizado el hecho de dar nuestra opinión y decir que algo no nos gusta con respeto y de forma clara. A ello le sumamos que siempre hemos intentado salirnos del patrón aburrido de las entrevistas»

¿A qué os dedicáis en la vida real para llegar a fin de mes?

Jonathan: Trabajo en una importante multinacional del sector Telecomunicaciones en el área de proyectos TIC (tecnologías de la información y comunicación) para medianas, grandes empresas y administraciones públicas locales. Así a groso modo.

Xènia: Actualmente trabajo en el departamento de administración y en la recepción en una empresa de suministro a barcos, cruceros, marina de guerra… pese a no tener mucho que ver con mis estudios. Es un trabajo ‘impás’ mientras sigo estudiando.

¿Os genera más gastos o ingresos la participación en la web?

Gastos, sin duda alguna. Hemos tenido la opción de, pero nunca hemos querido poner publicidad para sacarle rentabilidad y el hosting, mantenimiento y webmaster hay que pagarlo sí o sí. Algunos pensarán que hemos sido tontos por no poner publicidad o no pasarnos a un blog tipo wordpress con interfaz de web, pero nunca lo hemos sentido como tal. Llamémosle inversión recuperada de forma sentimental, jeje.

¿Dónde está la frontera entre un hobby caro y una profesión con la que ganarse el pan?

¡Difícil pregunta! En cualquier ámbito de la vida es muy complicado hacer de tu hobby tu modo de vida. Por suerte o por desgracia tal y como funciona la sociedad, es necesario tener dinero para poder sobrevivir (o malvivir) y está claro que en este tipo de hobby se precisan de varios años de experiencia, contactos, conseguir visitar, partners, exclusivas, reconocimiento y una gran inversión inicial para intentar hacer de él una profesión. No creo que diera para vivir como un rey, pero para malvivir quizá. Eso sí, olvídate de las vacaciones, tener un día de descanso a la semana y de desconectar del ordenador. ¡La competencia es muy feroz!

«La parte ‘amarga’ del negocio que nos ha tocado ha girado en torno a las clásicas envidias, el de muchas bandas nacionales de no saber encajar las palabras que uno pueda tener (…) flagrantes y descaradas maneras de copiar contenidos propios e ideas…»

¿Consideráis a corto, medio o largo plazo la posibilidad de poder vivir del webzine?

Definitivamente no. De hecho, hemos cerrado la web hace un par de meses por incompatibilidad entre trabajo, vida personal y este hobby. Es una decisión que lleva rondando nuestra mente hace un par de años, hemos ido quemando cartuchos para seguir a flote como se ha podido, pero era imposible estar a la altura de un medio de esta envergadura. Igualmente, y tal y como hemos comentado antes, es muy difícil poder vivir de un medio.

¿Qué tendría que cambiar para que eso fuera posible?

¡Pedirle un milagro a Lourdes! Lo desconozco con certeza y al 100%, pero plataformas digitales potentes anglosajonas como Metal Injection ni siquiera viven de ello. Ni siquiera revistas impresas y de Metal más ‘mainstream’ apenas se sustentan. Así que imagínate…

Eso unido a un importante cambio cultural en nuestro país hacia la música, que no se va a dar nunca.

¿Qué habéis aprendido hasta ahora del negocio?

Un montón de cosas y experiencias. Muchas de ellas, he podido aplicarlas a la banda en la cual milito y conocer los entresijos de la industria musical (NDR – Jonathan). Desde la creación de un pack promocional para ser enviado a un sello o un medio para su difusión, a cómo dirigirte a un medio, la redacción de una nota de prensa, o la comunicación que uno ha de tener con bandas nóveles a otras mucho más consagradas entre otras muchas tantas.

La parte ‘amarga’ del negocio que nos ha tocado ha girado en torno a las clásicas envidias, el de muchas bandas nacionales de no saber encajar las palabras que uno pueda tener de X grabaciones, flagrantes y descaradas maneras de copiar contenidos propios e ideas, e incluso el amago de tener que lidiar contra una posible denuncia de un importante sello por filtrar material promocional.

¿Qué porcentaje de las experiencias personales se transportan al medio?

Supongo que todas y cada una de ellas de manera inevitable e inconsciente. Supongo que el estado de ánimo que uno pueda tener cierto día le influirá positiva o negativamente si se va a poner a escribir, aunque uno trate de ser lo más justo y profesional posible. Lo mismo sucede con la forma de ser de cada uno así como filosofía, es inevitable que se traslade al zine y a su modo de trabajar, no deja de ser una extensión de uno mismo.

Un deseo para el futuro…

Os deseamos todo lo mejor para con La Estadea, que sigáis creciendo como medio e ir consiguiendo nuevos retos y adeptos. Sabemos que es un hobby muy sacrificado y poco agradecido, y esperamos que sigáis por muchísimos años más. ¡Muchas gracias por dedicarnos un hueco pese a las circunstancias que envuelven Pitchline Zine!

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