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Del progresivo a la oscuridad, Katatonia en Razzmatazz 2

Sin duda era la tarde perfecta para un concierto de Katatonia, una serie de días lluviosos había dejado un ambiente gris en la ciudad de Barcelona y solo quedaba darle una banda sonora llena de oscuridad y depresión para formar un cuadro perfecto. Los suecos estaban ahí, con su recién estrenado trabajo The Fall of Hearts, para darnos esa última pincelada aunque antes tendríamos que pasar por un mini-BeProg con buenas noticias para la música y no tantas para los fans de épocas más antiguas de los de Estocolmo.

Vola
Del progresivo a la oscuridad, Katatonia en Razzmatazz 2
Vola proponen un rock progresivo al más puro estilo de la década de los setenta con una modernización en forma de djent. Fotografía: Abel Valdelvira

Los encargados de quitarle el frío a la sala fueron Vola, una tarea siempre complicada por la que todas las bandas han pasado en algún momento y donde, muchas veces, no está en la mano de la banda cumplir el cometido o no. Los daneses proponen un rock progresivo al más puro estilo de la década de los setenta con una modernización en forma de djent y alguna transición esporádica hacia el metal extremo. Y la verdad es que explicado así pudiera parecer una propuesta muy dinámica, pero en su directo el cuarteto de Copenhague no acabó de convencer. Las partes más metálicas se me antojaron muy repetitivas y poco profundas a nivel compositivo en cambio en las partes melódicas el trabajo fue bastante más notable y con mejor gusto, aunque el abuso de ellas se volvió en su contra. Su debut discográfico es muy prometedor, y es una banda con un margen de mejora increíble, pues su ejecución y técnica fueron exquisitas pero les falta madurar tanto en composición como en puesta en escena.

Agent Fresco
Del progresivo a la oscuridad, Katatonia en Razzmatazz 2
La propuesta de Agent Fresco también iba por los derroteros del rock progresivo, pero (…) encontrando elementos del pop más común, trazos de electrónica y algún giro alocado hacia el metal. Fotografía: Abel Valdelvira

Se cernía sobre Razzmatazz 2 la segunda actuación de la noche. Tras un cambio rápido de backline, salían a escena unos Agent Fresco que venían bajo el brazo con la buena prensa que cosecharon tras su paso por el festival Be Prog! My friend del verano anterior. Una batería, una guitarra, un bajo, un piano, un sintetizador y un micrófono estaban sobre el escenario en el que solo había 4 personas, rápidamente vimos como de versátiles iban a ser estos chicos islandeses, tanto el guitarra como el vocalista se encargaron de tomar las riendas del piano, y el bajista también trabajaba sobre el sintetizador formando un espectáculo bastante curioso y atrevido. La propuesta de Agent Fresco también iba por los derroteros del rock progresivo, pero en este caso la mezcla iba mucho más allá, encontrando elementos del pop más común, trazos de electrónica y algún giro alocado hacia el metal al más puro estilo The Dillinger Escape Plan. La propuesta del cuarteto es mucho más madura que la que habíamos visto unos minutos antes con la primera actuación, las composiciones son más redondas y la puesta en escena y la idea que querían transmitir mucho más clara. Tengo que diferir con las corrientes de opinión que hablan sobre que estos chicos hacen algo diferente, o que son innovadores, pues a mí no me parece que hagan algo rompedor o que no hayamos visto antes, lo que sí puedo asegurar es que ejecutan su música con gran calidad y consiguen transmitir su energía y actitud al público.

Os comentaba al principio de la crónica que estos teloneros eran una buena noticia para la música, y así es, estas dos actuaciones son la confirmación de que están surgiendo bandas con mucho potencial, con propuestas muy sólidas, y de que el género progresivo está de enhorabuena pues goza de muy buena salud. La nota negativa es que este tipo de acompañamiento es la confirmación de algo que llevamos viendo durante años pero que muchos, me incluyo, no hemos querido aceptar: Katatonia ya no es un grupo de doom, ni siquiera está en el lado del metal en el que me gustaría que estuviera y, a pesar de que hemos ido adaptando nuestro oído para que nos entren sus últimos trabajos y que ciertamente siguen teniendo una gran maestría compositiva, no me siguen generando las mismas emociones. Para mi ya no es lo mismo, y aquí llegó mi confirmación.

Katatonia
Del progresivo a la oscuridad, Katatonia en Razzmatazz 2
Katatonia estuvo al nivel que se le presupone a una formación de su posición y el público dio una respuesta muy positiva. Fotografía: Abel Valdelvira

Aún con el cambio de estilo, lo que no han perdido los suecos es la capacidad de desprender oscuridad y melancolía con cada riff que sale de sus manos, y que contrasta muchísimo con la luminosidad y alegría que desprendían los dos teloneros. Esa noche cálida y húmeda, llena de goteras y tonalidades grises, era el marco perfecto para tener a Katatonia sobre el escenario.

El setlist repasó toda su discografía más reciente, centrándose en su último álbum The Fall of Hearts (2016) y en su obra más aclamada hasta la fecha The great Cold Distance (2006) que cumple 10 años de su publicación. El calor en la sala sofocaba al mismísimo Jonas Renkse, que incluso hizo algún comentario sobre la temperatura de la sala, hasta que al final la dirección se dignó a poner en marcha el sistema de aire acondicionado (lo cual agradecimos todos los asistentes). Mientras, los temas se iban sucediendo con un sonido algo tupido que, sin llegar a ser un aspecto desastroso, distó bastante de ser lo óptimo para un concierto donde los detalles y arreglos reinan y aportan muchísimo a una banda que en lo musical siempre da la talla, pero en lo visual siguen apostando por lo estático y poco dinámico, detalle que refuerza más la sensación de oscuridad como añadido a las iluminaciones tenues y de colores oscuros. La voz de su frontman mantuvo un nivel más que correcto durante la casi hora y media que duró el espectáculo, aunque sufrió un poco para llegar a algunas cotas vocales.

La banda sueca estuvo al nivel que se le presupone a una formación de su posición y el público dio una respuesta muy positiva. Acertaron completamente con el setlist, además de darnos un encore compuesto de tres de sus mejores canciones que el respetable realmente agradeció y se lo hizo notar a la banda con una gran y larga ovación al final del espectáculo.

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