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Névoa ‘Re un’

Perdido en la densidad de los profundos bosques, acosado por los arboles de edad incalculable, de raíces gruesas y retorcidas como brazos humanos que en pavorosos rictus antinaturales, hienden el suelo que se interpone entre ellos y un sustrato formado por los elementos que a lo largo de incontables años han ido acumulándose y manteniendo el ciclo natural en el que lo muerto y descompuesto es lo que sostiene a lo vivo.

Como heraldos de algo omnipresente e intangible, de aquello que permanecerá cuando lo que conocemos se haya extinguido, esos mismos árboles nos observan con sus densas copas uniéndose maliciosamente, eclipsando los rayos solares, privando de la luz, y del calor, y conservando en su seno el ambiente denso, húmedo y pegajoso, el aroma atemporal del musgo y de las hojas putrefactas. De esa lóbrega y vetusta esencia germina Névoa.

Névoa se vale de las capacidades de dos seres humanos para formarse, nutrirse y transmitir el mensaje de su victoria y nuestra decadencia a todos los rincones a los que las ondas de sonido tengan acceso.
João Freire y Nuno Craveiro son estas personas. Las que han dado forma de la nada a las cuatro canciones contenidas en este trabajo titulado Re un. O de las que Névoa se ha servido, utilizando la creatividad de estos individuos, como vehículo para llegar hasta este plano. Nunca lo sabré. Pero sea como sea, aquí están y para algunos ha sido un este álbum se ha convertido en un oscuro objeto de deseo.

Sonido más definido, envolvente y místico a lo largo de la más de media hora que compone la obra. Cuatro son los movimientos que se desvelan en su recorrido.

Communion‘ posee alma arcaica, alimentada de sonido disonante y reverberado. Voces fantasmagóricas crecen de la nada a golpe de baqueta. Saturada atmósfera terrorífica y atávica, en comunión con unas deidades que no han caído en el olvido. Poses hipnóticas, percusiones de tiempos en los que el sacrificio estaba ligado a la vida, a la sangre, a la existencia. A una existencia de la que somos plenamente conscientes de ella cuando estamos a un paso de perderla. Riffs demoníacos y voces agónicas rematadas en un éxtasis solo comprensible cuando la mente abandona su sentido terrenal. Todo un compendio de artes ocultistas está aquí dentro.

En un visto y no visto te plantas en los repetitivos acordes iniciales de ‘Contemplation‘. Desnudez perturbadora. De una imagen de la nada se empiezan a generar pequeñas formas de vida latente. Percusiones y acordes con un poder telúrico remarcable. Buceando oscuros e intrigantes lagos subterráneos, revueltos y calmos, pero todos envueltos en una negrura azabache. Su poder embriagador y desconcertante nos atrae como la luz a la polilla, y se cierne sobre nosotros un final tan siniestro, denso, tenso y electrizante que eriza hasta el último vello de un cuerpo que acabarás abandonando para levitar en el vacío. Los evidentes componentes psicodélicos y de space-black nos remiten inevitablemente a otras bandas contemporáneas, pero está plenamente justificado su uso por parte de Névoa.

Conflict‘ es un ente más directo y te deja sin reacción. Recitando sus negros salmos, densos y pesados, que acaban abriendo las puertas de todos los infiernos a este plano dimensional. Los años de tu vida pasando ante tus ojos en unos segundos. ¿Puedes sentir como acechan?

En ‘Closure‘ se hace más que evidente. Vuelven a afilarse y a propagarse terroríficas sombras de seres inconcebibles para nuestra imaginación. Todo este trabajo es como caminar sólo por una cueva de maligna oscuridad, con la única compañía de una llama débil y pusilánime. Ves sombras antropomorfas, moviéndose, oyes sonidos que sólo pueden ser producidos por algún ser de naturaleza perturbadora, pero el eco hace que no puedas identificar la dirección de la que provienen. ‘Closure‘ es el final del camino. Es claustrofóbica y tu cuerpo se tensa como la cuerda de una guitarra al tener la certeza de que hay “algo” vigilando justo detrás de la linea que delimita la penumbra y la oscuridad más absoluta.

Re un‘ no es la primera manifestación de Névoa en este plano existencial. A pesar de que llevan poco tiempo entre nosotros, escasamente desde el 2014, ya presentaron en el verano del año 2015 su primera ofrenda llamada ‘In absence of the void‘.

Una atmósfera acertadísima y una obra que se escucha de principio a fin, sin paradas intermedias. Aunque, todo hay que decirlo, su corta duración facilita este hecho. Cierto aire minimalista en su concepción. Siniestros acordes que aparecen y se escabullen, crecen y se desvanecen. Una producción cruda y acertada le da un toque deliciosamente decrépito al conjunto. Disonancias, atmósferas, percusiones primitivas, ritmos escalofriantes. Las piezas encajan y todo parece tan natural como si siempre hubiese estado ahí.

Si alguien te dice Portugal y metal, la palabra que sale de tu boca es, de forma automática, Moonspell. Eso no sé si cambiará nunca, pero si que hay bandas que no se lo van a poner fácil. O lo intentarán al menos. Una de esas bandas a tener en cuenta se llama Névoa, y este fantasmagórico trabajo, presentado de la mano junto a Avantgarde Music viene a refrendar mis osadas palabras.

Resulta estimulante y casi mágico ver como, contrariamente al concepto que yo tenía de qué debía ser un grupo de música desde la niñez, siguen surgiendo dentro de los rincones más oscuros del metal, como ponzoñosos hongos, bandas compuestas por sólo una o dos personas, y que son capaces de urdir universos paralelos, que precisamente por salir de tan pocos individuos, resultan más siniestros, ocultos, personales y extraños, como si pudiéramos observar por una ventana telepática los rincones sombríos y las extrañas criaturas que conviven en el interior y escapan a una observación externa.

Re un‘ es todo un acierto. No puedo más que desear que Névoa hayan venido para quedarse.

Lo mejor

  • La atmósfera del álbum es perfecta.
  • No sobra nada de lo que han incluido en este trabajo.

Lo peor

  • ¿Nada?

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