Nombre: Fiar
Profesión actual: Arquitecto
Grupos relacionados: Foscor, Graveyard
Puesto dentro del grupo: Voz, bajo
Enlaces relacionados: Facebook Foscor, Facebook Graveyard
Fotografía de portada: Raquel García Photography
Cuéntanos quién eres, y cuál es la faceta por la que te conocemos en el mundillo.
Muy buenas… Pues se me conoce por Fiar, vocalista y bajista de Foscor, y más recientemente vocalista en directo de Graveyard. En el pasado me he probado en el noble arte de la disección de discos para algún medio nacional e incluso en lo que a organización de conciertos se refiere. Soy de naturaleza creativa y por ella soy fácilmente “liable” en cualquier proyecto artístico que permita explorar las emociones y compartirlas. En mi “tiempo libre” soy arquitecto…
¿Cuánto tiempo llevas tocando? ¿y en tu grupo?
Pues empecé en un grupo ya formado llamado O.D.X., en el ’94, en el que conocí al que luego ha sido mi compañero de batallas en Foscor, Falke. Antes llegué a hacer mis pinitos cantando para un grupo de colegas en el instituto. Desde 1997, Foscor ha sido mi principal proyecto musical, pero no por ello me he volcado o disfrutado menos en otras bandas por las que he pasado. Lux Divina (teclista) del ’99 al 2003, Lucifugum (cantante/bajista) del 2000 al 2002, Dawn Ov Hate (cantante) en el 2006 y ahora Graveyard (cantante en directo) desde el 2013. Más recientemente he podido involucrarme como miembro en proyectos que todavía han de ver la luz, como Cabestro (cantante), Melangia (bajista/cantante) y algún otro que está en proceso.
Llevo 20 años con Foscor en la cabeza y en espíritu… digamos que pienso y miro a través de sus lentes. Gracias a ello y por el camino he tenido también la suerte de colaborar en discos de bandas amigas ya sea escribiendo letras, componiendo intros, cantando, o incluso en directo… Cryfemal, Wolfthrone, Vidres A La Sang, Narsilion, Shemhamphorash, Onirophagus, Evadne, Obsidian Kingdom, Eïs, Profundis Tenebrarum, Nyctophobia… y alguna más que ha de venir.
«Realmente no me podía imaginar lo que sentir, interpretar o compartir la experiencia del directo supondría… y a día de hoy todavía hay mucho que aprender. Por extraño que parezca, no me gusta la exposición pública y menos todavía estar en medio de cierta masa de gente»
¿Cómo describirías el proceso de pasar de ser un fan a subirse al escenario?
En cierto modo traumático… siempre he sido un chico bastante tímido, muy tímido diría yo en cierto momento, por lo que puedes imaginarte lo que subirse a un escenario o interactuar con gente a escala pública pudo representar. Creo de veras que eso me ayudó a soltarme y a superar momentos de exposición pública en el ámbito universitario y luego laboral.
Iba a conciertos y pensaba cómo era de brutal poder estar allí arriba expresándote… realmente no me podía imaginar lo que sentir, interpretar o compartir la experiencia del directo supondría… y a día de hoy todavía hay mucho que aprender. Por extraño que parezca, no me gusta la exposición pública y menos todavía estar en medio de cierta masa de gente.
De todos modos me encanta lo que dar aquél paso ha supuesto en mí y mi vida… el proceso y camino que me abrió y la de cosas que me ha permitido vivir, conocer, aprender y compartir desde entonces…
¿Tuviste algún tipo de formación musical o eres totalmente autodidacta?
Supongo que el ir a una escuela con ciertos medios y recibir una formación en canto, solfeo, teclado e incluso en cultura musical clásica me dio algún recurso de partida… pero estamos hablando de bien pequeñito, en los primeros años de EGB. Hasta los 16/17 años no cogí un instrumento por propia voluntad. Para entonces, la verdad es que un librillo de técnica para empezar a tocar el bajo no supuso más que otro trasto en casa… Se puede decir que soy autodidacta en lo que realmente ha sido formar parte del mundo de la música por iniciativa propia.
Sobretodo he aprendido de los distintos compañeros y gente con la que he compartido grupos y me he cruzado realizando proyectos… cosas buenas, cosas necesarias, cosas útiles y otras que no he sabido ni tan siquiera asimilar. Todavía hoy soy consciente de lo bueno que hubiese sido tener una cierta formación y lo limitado que estoy por ello. Estoy a tiempo… sí, pero ando demasiado liado con otras cosas como para hacerlo. Pero nunca es tarde.
«Se puede destacar de muchas formas… y no todas tienen que significar que te sientas realizado como artista o banda (…) Un discurso propio desde la constancia puede ser tanto o más incisivo por el poso que deja. Empezar conociendo tus habilidades, y poco a poco desligarse de todo aquello que intentas imitar, acaba llevando a un discurso que, más o menos interesante, se torna en propio, y ahí empieza el juego de verdad»
España siempre parece un lugar improbable para lograr el éxito con el rock/metal. ¿Qué opinas de esta tendencia?
Han faltado referentes a todos los niveles… y su cercanía hace mucho a la hora de crecer y mejorar. Se crean sinergias que sirven para que se desarrollen y potencien dinámicas en los grupos y agentes del sector. Una cosa debería arrastrar a la otra. Pero incluso cuando las cosas parecen consolidarse, como pueda suceder ahora en el sector de la programación de eventos, parece que hacerse la zancadilla y solo pensar en el propio coto sea a lo único que puede aspirar este país.
A falta de referentes, y como es obvio, siempre se han buscado fuera… pero me da la impresión que eso solo ha servido para quedarnos en la superficie, en lo que primero se ve, y por ello se ha copiado más que aprendido, sin poder generar una dinámica realmente positiva de más amplio espectro.
Hablo de buena parte de mi generación y las que me han acompañado desde que formo parte de esto. Entender qué representa realmente desarrollar un proyecto musical con vistas a darle movimiento y hacerlo crecer, cuesta mucho tiempo y ganas, y tampoco se explica suficiente por parte de quién lo conoce. Hace falta paciencia, tender la mano al de al lado y ser abierto de miras.
Me alegra tanto ver como gente con más o menos recorrido alcanza sin mirar atrás ese grado de “control” del tablero de juego… no lo sabes tú bien… A mí me ha costado 15 años dar el que quizás haya sido uno de los pasos más determinantes en lo que a mover mi banda se refiere. Para ello he tenido que mantenerme erguido durante mucho tiempo con esa esperanza en que la constancia daría frutos, y por suerte he sabido aprender de las malas experiencias intentado cambiar lo que no funcionaba.
Creo que se está invirtiendo la tendencia… hay nichos de músicos muy jóvenes que han sabido asimilar rápidamente lo que a algunos nos ha costado años… y de ahí que tantas bandas salgan al extranjero sin complejo alguno. Las hay más o menos jóvenes, pero esa dinámica positiva sirve sin duda para acelerar la creación de esas sinergias más amplias que quizás en un futuro consoliden una infraestructura seria y eficaz en el terreno de las discográficas, prensa, booking, etc… ¿por qué no?
«Me ha costado 15 años dar el que quizás haya sido uno de los pasos más determinantes en lo que a mover mi banda se refiere. Para ello he tenido que mantenerme erguido durante mucho tiempo con esa esperanza en que la constancia daría frutos, y por suerte he sabido aprender de las malas experiencias intentado cambiar lo que no funcionaba»
¿Cómo destacar frente a las demás bandas?
Se puede destacar de muchas formas… y no todas ellas tienen que significar que te sientas realizado como artista o banda. Recuerdo los primeros conciertos con Foscor que allá donde íbamos se nos decía que éramos la banda más profesional con la que habían trabajado… hablo de técnicos de sonido y personal de la sala. Es algo que me quedó grabado y que sin quizás entenderlo (nada extraordinario hacíamos…) en realidad dejaba claro y se refería a el nivel de ambición que el resto de bandas mostraba.
Creo que ese ejemplo concreto ha perseguido a la mayoría de bandas de este país en el resto de menesteres a los que deberían estar atentas… entonces y ahora, falta de profesionalidad y compromiso con su propio proyecto. Y alguno dirá… por desconocimiento. Pero una cosa es que no sepas qué o cómo hacer, todos necesitamos aprender, pero otra es no dar el paso adelante para tan siquiera averiguarlo.
Se trata de tener iniciativa y no sangre de horchata como en infinidad de ocasiones me he encontrado dentro y fuera de los escenarios.
Estrictamente en el terreno artístico, hay gente muy buena, con mucho talento que es capaz de generar arte de la nada y sin necesitar de muchas lecciones. Es la genialidad la que genera el cambio. Pero un discurso propio desde la constancia puede ser tanto o más incisivo por el poso que deja. Empezar conociendo tus habilidades, y poco a poco desligarse de todo aquello que intentas imitar, acaba llevando a un discurso que, más o menos interesante, se torna en propio, y ahí empieza el juego de verdad a nivel creativo.
¿A qué te dedicas en la vida real para llegar a fin de mes?
Soy Arquitecto y me dedico a proyectos de obra nueva, rehabilitación, interiorismo o lo que el difícil mercado permita. No han sido tiempos difíciles desde que salté tras los estudios al mercado laboral, como tantos otros oficios o profesiones, la economía y la falta de ética de muchos ha jodido todo. Lo bueno es que no solo me permite llegar a final de mes, si no que me permite dedicar todo el tiempo que dedico a la música. Así que sin duda es una parte muy importante de la ecuación de mi vida.
¿Te genera más gastos o ingresos tu participación en la banda?
De momento sigue generando más gastos que ingresos, pero poco a poco con los distintos grupos, la frontera con la autosuficiencia está más cerca, si no ya a tocar con la punta de los dedos. Es parte del proceso de aprendizaje, selección de movimientos y optimización de recursos. Siempre he pensado que una banda debía de funcionar como una empresa… y en eso seguimos.
¿Dónde está la frontera entre un hobby caro y una profesión con la que ganarse el pan?
En las aspiraciones que cada uno tenga… Yo hace tiempo que no me obsesiono con alcanzar la plena profesionalización como banda, y la vivo como un medio que me permite vivir algo que me apasiona, me llena y de lo que aprendo muchísimo. Eso sí… aún con la diferencia de no doler lo que dolía el no alcanzar los objetivos deseados, no hay paso o acción que dé que no esté dirigida a quizás, algún día, alcanzar esa plena profesionalización. Es la actitud y la vivencia del proceso y camino… sobre todo cuando ves que, aunque a poco a poco, se va avanzando. Tú marcas el ritmo…
¿Consideras a corto, medio o largo plazo la posibilidad de poder vivir de la música?
Hago porque así pueda llegar a ser… pero como decía, ya no me marco plazos. Eso te quema y merma tus facultades. Como en todo en la vida, si al irte a dormir lo haces con la mente y alma tranquilas… es que lo estás haciendo bien. Pero repito… hay que estar atento a lo que a uno le rodea, despierto, si se quiere crecer. No seamos indiferentes con el hecho de que a pesar de todas las vicisitudes que nos encontremos, qué hacer y dónde centrar los esfuerzos depende en buena parte de nosotros.
¿Qué tendría que cambiar para que eso fuera posible?
Recuerdo cuando empezamos… ya compartíamos vivencias y camino con grupos Franceses, Italianos, Ingleses, etc… El modo en que estas bandas progresaron respecto a nosotros sin duda tuvo que ver con la infraestructura y el modo en que la industria cultural funcionaba en sus respectivos países. Su economía y poder adquisitivo también les ayudó, pero se trata de países desarrollados culturalmente donde se apoya la creación artística desde las instituciones… y cuidado, también desde la calle, donde se respeta. Algo más que lo que aquí se hace…
A pesar de las facilidades en cuanto a internacionalización que permite estar conectado con todo el mundo, se hace difícil competir desde un país con demasiadas trabas legislativas y burocráticas para acceder a ayudas o servicios que complementen las posibilidades que cada grupo de individuos es capaz de generar. De por sí es una lucha titánica que se ve agravada por demasiadas trabas y dificultades que dificultan, por ejemplo, la capitalización de un grupo y ahí es cierto que hay una primera y muy importante traba y diferencia con otros países.
«A pesar de las facilidades en cuanto a internacionalización que permite estar conectado con todo el mundo, se hace difícil competir desde un país con demasiadas trabas legislativas y burocráticas para acceder a ayudas o servicios que complementen las posibilidades que cada grupo de individuos es capaz de generar»
¿Qué has aprendido hasta ahora del negocio como músico?
Que a la postre tu eres dueño y señor de lo que afecta a tu vida y a tu banda. Puedes tener mejor o peor suerte a la hora de elegir compañeros de viaje, pueden haber muchas dificultades añadidas por lo que antes comentábamos, pero a la postre depende de tu iniciativa que se generen cosas. Si te encuentras obstáculos, que los hay en forma de personas o impredecibles a tu alrededor, eres tú quién debe saber cómo apartarlos a tiempo, sortearlos o utilizarlos… A las cosas buenas se las ha de cuidar, cosa que a menudo tampoco sucede. Ir de cara ayuda, siempre.
¿Qué porcentaje de las experiencias personales se transportan a la partitura?
El mismo por el que aquello que sale de la partitura se vierte en el resto de ámbitos de mi vida. En mi caso no se trata de espacios vitales diferenciados… aunque probablemente debería intentar que lo fuesen algo más. Soy permeable a todo lo que cada ámbito de mi vida genera, y me afecta moldeándome para luego teñir aquello que intento expresar.
Dónde esto sucede de forma más incisiva es en el ámbito creativo, concentrado en lo que atañe al terreno musical, donde además, acostumbro a tratar experiencias, emociones y diseccionar las entrañas del ser humano. Las mías… un poso imposible de discernir de lo que soy.
Un deseo para el futuro
Poder seguir ligado a este mundo del modo en qué lo estoy… creando en los proyectos que tengo y nuevos que vengan. Que siempre sea para seguir creciendo, y que eso permita ensanchar todavía más la paleta de experiencias y recuerdos que me lleve a la tumba. ¡Y que vosotros lo veáis!
Muchas gracias por interesaros por mi persona. ¡Saludos!