El idilio que mantiene el público valenciano con el heavy metal nacional sigue palpitando con fuerza. Gran parte de la culpa la tiene la joven promotora Black Heaven, que está poniendo toda la carne en el asador. Sin descanso. ¡Y que dure! Hace unas semanas nos convocaban en la Sala Rock City para recibir a abulenses Dünedain, que visitaban la ciudad presentando su último disco, ‘Pandemonium’.
Astral Experience
Los primeros en sonar fueron los progresivos Astral Experience. Fue un tanto sorprendente, porque tienen un mayor bagaje que sus compañeros de cartel Aasymar. Pero parece que el orden tuvo que ser este por motivos laborales. En todo caso demostraron que es una formación más que solvente y que, además de una calidad técnica bastante destacada, tienen detrás un sólido trabajo de local de ensayo. Cosas que se notan cuando, por ejemplo, te lanzas con una versión de Symphony X, que integraron entre los temas de su disco debut, Emovere. Si en algo creo que deben mejorar es en la puesta en escena. Se les ve bastante cómodos en sus respectivos puestos, y quizá algo más de chispa e interacción con el público les haría dar un paso adelante.
Aasymar
Tras la pausa habitual salieron a escena los jovencísimos Aasymar. Se trata de una formación que ha terminado de soldar sus piezas recientemente, y se encuentra preparando un primer lanzamiento en forma de EP. Esa falta de recorrido se notó en una ejecución con algunos fallos. Nada que no se arregle metiéndole horas, pero si lo suficientemente notorias como para darte cuenta. Cuando más se nota esa falta de experiencia es cuando te enfrentas al reto de hacer una versión de un tema conocido. En este caso fue ‘Xana’ de Avalanch. Donde sí acertaron fue sorprendiendo al público tocando el tema inicial de la serie Digimon. Sin duda un momento divertido que hizo que el público, en su mayoría joven, se animara a cantar.
Dünedain
Con los ánimos ya caldeados comparecieron los protagonistas de la noche. Los abulenses Dünedain traían bajo el brazo su nuevo disco, ‘Pandemonium’. Y sin casi dejarnos respirar soltaron temas como Legado, ‘Bola de cristal’ o ‘Vuela’. El vocalista Carlos estuvo exprimiendo su garganta segundo a segundo, y demostró cómo se debe hacer el trabajo de frontman. La energía que desprende es la que hace que un grupo conecte con el público, haga el estilo que haga. Tony queda liberado de ese peso y adopta un papel menos protagonista, sin renunciar a aportar su voz constantemente.
A mitad de concierto nos enteramos de que el bolo estuvo a punto de suspenderse, dado que el bajista Izko había sido baja de última hora. Afortunadamente, el compañero de Carlos en Iron What?, Alberto Rebus, se aprendió en setlist en solo un par de días y pudo defenderlo con mucha profesionalidad.
Con el sonido a pleno rendimiento, el grupo hizo un amplio repaso a su nuevo trabajo, del que dejaron pocas canciones por tocar. Los temas funcionan muy bien en directo, y consiguieron mantener el ánimo del público intercalando clásicos de su repertorio como ‘Fiel a mi libertad’, ‘Mi alma sigue en pie’ o ‘La rosa negra‘. Toda una demostración de que son una banda que está muy en forma y que tiene mucho que ofrecer.
Como decía al inicio, la cita fue todo un éxito, ya que consiguió reunir alrededor de 200 personas. Y eso que el concierto se celebró en uno de los fines de semana más fuertes de las Fallas. Y creo que la sensación general fue de satisfacción, especialmente porque Dünedain cumplieron con creces en su papel de cabezas de cartel. Astral Experience brillaron menos de lo que toca, quizá por ser los primeros en tocar. Pero con todo, demostraron sobradamente su calidad. Y los jóvenes Aasymar pusieron ganas y diversión, pero tienen aún mucho camino que andar.
Dünedain tienen todavía algunas fechas por delante. Os recomendamos que os acerquéis a verlos si os pilla cerca.
