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El hardcore del Otero hizo temblar Asturias

El 5 y 6 de mayo nos pasamos por Oviedo para disfrutar de uno de los primeros festivales de la temporada, el Otero Brutal Fest. Esta quinta edición venía cargada de grandes grupos, viejos conocidos del festival y de bandas emergentes a las que se les dio la oportunidad de actuar a primera hora.

Llegamos al festival con el concierto de Get In Tribal empezado. Los ovetenses lo dieron todo encima del escenario, aunque el público fuese escaso a primera hora, y al poco de sacarles unas cuantas instantáneas comenzaría el diluvio universal. Con el chaparrón se empezaron a formar ríos por el recinto, y las puertas de la carpa se convertirían en cortinas de agua helada. Al margen del panorama climatológico, los franceses Elephants hacían acto de presencia y demostraban porque habían sido incluidos en el cartel con un hardcore muy potente y letras rapeadas.

Con el cielo descargando agua como si no hubiese un mañana, llegaba el turno de los brasileños Worst, uno de los reclamos para los hardcoretas el viernes. Un estilo old school, con guitarras muy pesadas y cambios de ritmo continuos, y que empezó a animar el cotarro poco a poco, llegándose a ver los primeros empujones en primeras filas al compás de los breakdowns. Trallery eran los siguientes en aparecer. La formación mallorquina ejecutó un thrash muy potente y versátil. No siguen reglas, pasan del gutural más oscuro a las voces más melódicas, combinando guitarras muy pesadas, con punteos virtuosos y breakdowns de vértigo. En los primeros temas quedas un tanto desconcertado, pero según va avanzando el concierto vas entendiendo el concepto que quieren trasmitir.

La lluvia nos daría una tregua, y los asistentes aprovechaban el cambio de backline para pasarse por los puestos de merchandising. Llegaba también el momento de Posession, que este 2017 cumplen 20 años como banda, aunque parece que no pasan los años para ellos. Las combinaciones de voces limpias y guturales fue impecable, se fusionan a la perfección con los instrumentos, envolviéndote y metiéndote en el concierto. Siguiendo con la contundencia, llegaba el turno de Crowbar. La banda dio un recital de sonidos pesados y riffs lentos que hizo las delicias de los aficionados al sonido más corrosivo. Presentaban su undécimo LP, ‘The Serpent Only Lies’, dejando caer varios cortes del mismo.

Crónica y fotos del Otero Brutal Fest
El sonido que tienen S.A. y la energía que irradian es realmente contagiosa, siendo inevitable gritar y agitar la cabeza. Fotografía: Aitor Casco

Soziedad Alkoholika serían los cabezas de cartel del viernes. 15 años después volvían a subirse a un escenario en Oviedo. Y los vascos no fallan, son unas auténticas bestias sobre las tablas. Calentarían motores presentando su nuevo ‘Sistema Antisocial’, pero cuando empezaron a caer clásicos como ‘Ratas’ o ‘Piedra Contra Tijera’ pusieron todo el recinto del revés. El sonido que tienen y la energía que irradian es realmente contagiosa, siendo inevitable gritar y agitar la cabeza. Casi una hora y media en la que dieron un gran repaso a toda su discografía, en la que abarcan un gran número de influencias, haciendo que sea realmente difícil no quedar satisfecho con su show.

Con la media noche superada, Onslaught salían a escena para ofrecer íntegramente – ‘The Force’ – su segundo álbum con motivo del 30º Aniversario del disco; aunque también tuvieron tiempo de hacer un pequeño repaso al resto de discografía. ¿Qué podría deciros…? el thrash no es uno de mi estilos preferidos, y menos si va acompañado de voces agudas. Sea como sea, el sonido en los primeros temas fue horroroso, creándose bolas de agudos y graves bastante molestas… según pasaban las canciones iba mejorando, aunque no llegaron a conseguir un sonido decente.

Para cerrar el día, y con una hora de retraso, llegaba el turno de Angelus Apatrida. Aunque las fuerzas a esas horas de la noche eran mínimas, y las piernas comenzaban a flojear, me quedé a disfrutar de los primeros temas de la banda.

Sábado

Abrían el festival las dos bandas ganadoras de su band contest, No I Am y thybreath. Aunque la asistencia a esas horas (14:00) era escasa, gallegos y madrileños – respectivamente – lo dieron todo encima del escenario. Less Fortunate Songs eran los siguientes, punk rock melódico noventero tocado a gran velocidad. Un grupo que personalmente me gustó mucho, y que rompió un poco la dinámica de hardcore y metal del cartel.

Llegaba la hora del rodillo del hardcore, empezando con Los Montañeros de Kentucky, que se pasaron por Oviedo para presentar su último LP, ‘Motosierra Style’. Un grupo como la copa de un pino, con un sonido muy contundente y una actitud sobresaliente en el escenario. Ofrecieron un conciertazo y formaron el primer wall of death de la tarde.

Los grupos del sábado viraban algo más hacia el hardcore, y eso se notaba en el ambiente. La gran sorpresa me la llevé con Payback, un hardcore puro y duro, con un sonido muy potente y logrado gracias al empaste perfecto de los instrumentos y la calidad de las composiciones. Solo tienen un LP, ‘Indestructible’, pero el setlist lo rellenan con canciones emblemáticas muy bien escogidas de iconos como Terror o Hateebread. Aparte del sonido, la actitud encima del escenario fue brutal, aun teniendo a uno de los guitarristas sentado en una banqueta. Seguimos con Mindtaker, ofreciendo un estilo que se mueve entre el crossover y el thrash de los noventa; todos los temas parecían iguales, llegando a ser un concierto un tanto aburrido a partir de la tercera canción. También habría una porción de death metal con los gallegos Come Back From The Dead.

Llegaba el momento más esperado por muchos, una de las giras más importantes de punk/hardcore iba a descargar su brutalidad sobre el recinto del Otero. Los croatas Katran fueron los primeros, repartiendo una propuesta muy sencilla, entre hardcore y metal, aunque el concierto se vio empañado por un sonido horrible, los instrumentos se pisaban unos con otros, generándose unas bolas terribles. En uno de los temas contaron con la colaboración de Kevin Kilkenny, guitarra de Ignite, dándole más libertad a su frontman. H2O eran los siguientes en subirse a las tablas y poner patas arriba el recinto. Los de Nueva York dieron un recital de música y de actitud. El incombustible Toby Morse fue el primero en usar una tarima que situó la organización entre el foso y el público, corría de un lado para otro buscando la cercanía y complicidad con las primeras filas. El grupo aprovechó para presentar su último trabajo, ‘Use your voice’, pero no sin antes darle un repaso memorable a toda su carrera y sacándose de la chistera temazos como ‘1995’ o ‘Family tree’. Por su parte, el concierto de Ignite sería mucho más frío en lo que a contacto con el público se refiere, dieron la impresión de salir a cumplir y poco más. El sonido no fue nada del otro mundo, pero Zoli Teglas suplió un poco el desastre; aunque se le notó un poco cansado de la extensa gira que llevan a sus espaldas. Los dos últimos álbumes de Ignite son dos obras de arte, y aunque en directo pierdan un poco, siguen teniendo abundante potencia y agresividad. Los estribillos machacones, las voces limpias y los solos de guitarra, fueron piezas que iban encajando sin pausa, aunque algunos temas se quedaban un poco huecos debido a la ausencia Brian Balchack (guitarra).

Crónica y fotos del Otero Brutal Fest
Freddy Cricien no dejó de correr por el escenario y la tarima, ofreciendo el micro a todo el que quisiese agarrarlo. Fotografía: Aitor Casco

Llegados a este punto, se apagaron las luces y se iluminó el gran telón de Madball. Parece que no pasan los años por los neoyorquinos, Freddy Cricien no dejó de correr por el escenario y la tarima, ofreciendo el micro a todo el que quisiese agarrarlo. El público respondió con efusividad, dándolo todo, y montando un pogo continuo desde la primera hasta la última canción. A efectos de sonido sacaron la mejor nota del festival, el técnico de la banda consiguió sacarle un gran rendimiento a la mesa, y sonaron como un avión. Freddy quiso dedicar varios temas al que fue alcalde de Viveiro, el tristemente fallecido Melchor Roel, gran amigo de la banda y uno de los responsables de la creación y expansión del Resurrection Fest. En cuanto al setlist, no encontramos ninguna sorpresa, tocaron todos sus grandes temas, desde ‘Born Strong’ hasta ‘Set It Off’, aunque podría ser reprochable que – estando en España – no tocasen ninguno de los temazos que tienen en castellano. Sea como sea, un concierto impresionante que nos dejó con las piernas temblando.

En ese momento mucha gente decidió dejar el recinto, aunque todavía quedaban grandes bandas por saltar al escenario. Anal Hard fueron los últimos a los que pude ver, ya que mis fuerzas estaban bajo mínimos.

Fue la primera vez que me pasé por el Otero y me pareció un festival impresionante. No solo por los grupos, la organización me pareció excelente, los servicios que ofrecía el recinto eran también los justos y necesarios para estar cómodo en el evento. Los cambios de backline se llevaban a cabo a buen ritmo, ya que tenían escenarios móviles donde iban montando y preparando todo. Larga vida al Otero Brutal Fest, esperemos que sigan adelante por muchos años y haciéndolo tan bien.


Otero Brutal fest

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