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Benditos chicos de Oakland

‘The More Things Change’, quemaduras sangrantes

Descubrí a Machine Head en el año 1997, un amigo de aquella época me pasó una cinta grabada que contenía su segundo trabajo ‘The More Things Change’ y tardé mucho mucho tiempo en devolvérsela.

Benditos chicos de OaklandYo me había iniciado en las tendencias más duras de la música guitarrera con Metallica y Pantera, pero llegaron los Head y me volaron la puta cabeza. ¡¡Menudos trallazos!!, recuerdo que la primera vez que escuché ‘Take My Scars’ me volví literalmente loco y no paré de mover las melenas y dar saltos por la habitación durante media hora. La puse una y otra vez hasta que terminé por caer agotado encima del sofá. Unas semanas después vi el vídeo musical que acompaña a esta canción y ya no hubo vuelta atrás, me enamoré de la banda de por vida.

En esa misma época vi unas fotos del grupo en la revista Metal Hammer y me quedé estupefacto. La imagen de sus componentes era absolutamente acojonante. La cara de pocos amigos de Robb Flynn con su pendiente en la nariz, sus pañuelos de pandillero y sus camisetas de béisbol era absolutamente magnética. Todo el conjunto hacía que no le quitases los ojos de encima. El otro componente de la banda que a primera vista más me llamó la atención fue Logan Mader. La maestría tocando la guitarra de aquel cabronazo completamente tatuado me pareció apabullante.

Aquellos chicos de Oakland hicieron que alucinase, no había visto nada tan molón en mi vida.

Todos los temas en ‘The More Things Change’ me parecen cojonudos, pero el siguiente en hacerme botar de verdad fue ‘Struck a Nerve’, pura dinamita dirigida a la asociaciones pro-vida norteamericanas. Y según declaraciones de su frontman Robb Flynn a la revista Metal Hammer en mayo de 1997, un tema muy personal para él.

“Yo creo en la libre elección, “Struck a Nerve” es anti pro-life. Esta canción es mi respuesta a todos esos gilipollas que disparan a los médicos. No creo en la religión organizada, ni en que el gobierno deba de tener derecho a decidir si una mujer puede o no tener un niño. Si ella no lo quiere tiene todo el derecho a hacer lo que le de la gana, ya tenemos suficiente gente jodida en este mundo, no hay necesidad de traer a nadie más.”

Las declaraciones de aquel personaje colérico en guerra constante contra el mundo me hicieron sentir súper identificado. Ya no había vuelta atrás, Machine Head eran mi banda favorita.

El siguiente tema que me atrapó fue ‘The Frontlines’, la fuerte marejada de su descomunal inicio desembocaba en unos guitarrazos que me invitaban a romperle la cara a todos mis enemigos. ‘Bay Of Pigs’ me puso a mil. Se trata de un tema que por su velocidad, ritmo y temática te puede hacer pasar del buen rollo al enfado más agresivo. Se trata de otro tema peliagudo, en este caso Robb Flynn descargaba toda su ira contra la policía de Los Ángeles y San Francisco.

«La grabación de ‘The More Things Change’ fue uno de los periodos más duros, oscuros y difíciles para la banda. Después de triunfar a lo grande en Europa y parte de los Estados Unidos, tuvieron que expulsar al batería original Chris Kontos»

‘Bay of Pigs’ trata sobre la policía de Bay Area. Me arrestaron cuatro veces mientras estábamos grabando el álbum. Esta es mi forma de contrarrestar a esos cerdos que joden a la gente sin razón alguna. La policía me ha golpeado en más de una ocasión. Me ha pegado por beber cerveza en la acera, había docenas de personas bebiendo y me eligieron a mí porque era el único con pelo largo.”

Pero mi tema preferido y uno de los más significativos del disco es ‘Violate’, la canción trata sobre los supuestos abusos sexuales que Robb sufrió de niño.

“Violate fue un tema muy duro de escribir. Es difícil de explicar, cuando la escribí trataba de hablar de algunos sentimientos muy duros… a día de hoy todavía me es muy difícil hablar sobre ello.”

Por lo visto, la grabación de este disco fue uno de los periodos más duros, oscuros y difíciles para la banda. Después de triunfar a lo grande en Europa y parte de los Estados Unidos, tuvieron que expulsar al batería original Chris Kontos y los problemas se cebaron con ellos durante el proceso de mezclas. Las drogas y el alcohol hicieron el resto.

“No fue nada fácil mezclar el álbum por tercera vez, estaba a punto de perder la puta cabeza. Llego un momento que estaba tan desesperado que considere muy seriamente tirar la toalla.” declaró el frontman a Metal Hammer en mayo de 1997.

Se dice que después de aquella crisis nada volvió a ser lo mismo entre Mader y Flynn. Por lo visto, fue ahí donde comenzó a fraguarse la ruptura entre los dos miembros más carismáticos de la banda, y lo que llevó a Logan a dejar el grupo en 1998. Pero esa es otra historia, lo que debería quedar para la posteridad es que aquellos chicos grabaron un álbum magistral con una fuerza descomunal y unas guitarras súper crujientes que marcó la diferencia e influenció a casi todas las bandas de metal que aparecieron a continuación.

‘Burn My Eyes’, la perfecta bomba de relojería que cambio el mundo del metal de los 90

Benditos chicos de Oakland

Unos meses después de escuchar por primera vez ‘The More Things Change’ descubrí ‘Burn My Eyes’, su descomunal disco de debut.

En esta ocasión aluciné diez veces más que con su segundo plástico. ‘Davidian’ y ‘Old’ son alucinantes, podría tratarse de los hit singles definitivos del mundo del metal. ‘Davidian’ fue un clásico instantáneo, un tema que les catapultó al estrellato en Europa casi de manera inmediata. Aunque según declaró Robb Flynn a la revista Kerrang en 1996, aquel tema tardó mucho tiempo en gestarse y quedar como todos los fans lo conocemos.

“Si llegases a escuchar la primera versión de Davidian… ¡¡es horrorosa!!, jamás creí que saldría un buen tema de aquella especie de aborto de canción que parimos en el local de ensayo. Pero después le fuimos puliendo y al final quedo un tema estupendo. Aunque siempre que la toco no puedo evitar acordarme de aquella primera versión.”

Pero ‘Burn My Eyes’ no es solo ‘Davidian’, en mi opinión está plagado de temas perfectos, todos ellos son precisas bombas de relojería. Mis preferidas son ‘The Rage To Overcome’, ‘A Nation On Fire’ y en especial ‘Blood For Blood’. ¡¡Por Dios que pedazo de tema!!, una avalancha sónica que me levanta la moral al instante.

Opino que la razón del éxito de ‘Burn My Eyes’ se encuentra en la magistral producción de Colin Richardson y en esos descomunales riffs y toques groove para menear las melenas. Sin menospreciar esas maravillosas letras sobre la corrupción religiosa y política y esas melodías opresivas con estribillos reconocibles y tarareables. Esta fórmula creo un disco brutal pero accesible que fue la llave maestra de la banda para llegar al gran público.

Toda esta popularidad les llevó a ser elegidos por Slayer para telonear en 1994 la gira Divine Interventión. Se dice que fueron elegidos por encima de bandas del calibre de Napalm Death y Obituary. Ellos lo agradecieron borrando a sus padrinos del escenario en muchas ocasiones, los muy gallitos incluso incluyeron en su repertorio una versión del ‘South of Heaven’ de Slayer.

Con ‘Burn My Eyes’ aluciné diez veces más que con su segundo plástico. ‘Davidian’ y ‘Old’ son alucinantes, podría tratarse de los hit singles definitivos del mundo del metal

“Salimos con la intención de destruir a Slayer encima del escenario cada una de las putas noches que tocamos junto a ellos, y Slayer intentaron patearnos el culo sobre el escenario siempre que tuvieron ocasión. Eso hizo que los shows fuesen matadores, era como presenciar una buena pelea de dos boxeadores súper pesados.”

El concierto final de su gira con Slayer tuvo lugar el 12 de marzo en Mesa Arizona. Aquel concierto fue grabado para el vídeo en directo de Slayer “Live Intrusión”. La canción con la que estos angelitos cerraron el show fue una brutal versión del ‘Witching Hour’ de Venom interpretada por Tom Araya, Robb Flynn, Chris Kontos y Kerry King.

La gira junto a Slayer les consagró de manera definitiva en el viejo continente y les proporciono el privilegio de poder liderar su propia gira europea como cabezas de cartel en 1995. El enorme éxito de aquella gira les llevo a tocar delante de 135.000 personas en el Dynamo Festival de 1995, y poco después ‘Burn My Eyes’ consiguió el disco de platino en Inglaterra. Tuve la ocasión de ver el vídeo de aquel concierto unos cuantos años después y aluciné con el estado de la banda en aquellos momentos.

‘Burn My Eyes’ también fue el disco de debut más vendido por RoadRunner en aquella época.
Pero como viene siendo tradición en el seno del grupo, los problemas no tardaron en aparecer.

El éxito masivo y las largas giras estaban haciendo mella en todos los componentes de la banda, pero fue el batería Chris Kontos el que se llevó la peor parte. Las cosas comenzaron a ir muy mal y al final tuvo que ser expulsado del grupo.

Así se lo contó Robb Flynn a la revista Kerrang en 1996:

“El problema fundamental es que Chris no se dio cuenta de que Machine Head había logrado un status bastante alto en el negocio en muy poco tiempo, que “Burn My Eyes” estaba funcionando de maravilla y esto nos obligaba a girar a tope y rendir en el escenario al 100%. Él lo llevaba muy mal, después de la gira americana del 95 llegó el momento de embarcarnos en la europea y Chris comenzó a quejarse a menudo y a decirnos que estaba muy cansado. Le dijimos, vale descansa y luego haremos la gira. Cuando por fin nos pusimos a ello fue de puta madre, pero cuando llevábamos unos veinte conciertos acojonantes y llegó el momento de embarcarnos en la gira inglesa, el muy cabrón nos dijo que no podía hacerla, que estaba enfermo. Cancelamos la gira inglesa y perdimos tanto tiempo que no pudimos embarcarnos en la australiana. Ante la imposibilidad de girar, la compañía comenzó a presionarnos para grabar un nuevo álbum, cuando comenzamos a grabar el cabrón solo venía a una de cada cinco sesiones. Había un mal rollo acojonante. En medio de toda aquella mierda nos invitaron a tocar en Donington 1995 y el muy hijo de puta dijo que no podía venir. Le dije: “Si no actúas con nosotros en ese concierto no nos sirves, vete a tomar por el culo, estas fuera de la banda. Y se marchó.”

Chris Kontos fue sustituido de inmediato por el ex batería de Sacred Reich Dave McClain. Este gran percusionista bordó el álbum “The More Things Change” y lleva en la banda desde entonces. Chris Kontos tuvo la oportunidad de defenderse de las acusaciones de Robb Flynn en el libro de Joel McIver “Inside The Machine Head”.

“Estuve de gira con Machine Head 22 meses. Apenas tuve tiempo libre y estuve enfermo durante los últimos seis meses: tenía piedras en el riñón y una infección viral en mis glándulas salivales. No producían saliva sino pus. Sufría ataques muy dolorosos, y tanto mi familia como yo estábamos muy preocupados. Aguanté como pude los conciertos de España, Irlanda y Escocia. Pero no estaba funcionado, aparte también estaba bebiendo muchísimo y fumando mucha marihuana. Y tampoco estaba comiendo bien, porque la comida en aquella gira era una puta mierda. Robb sufría una leve neumonía, una hernia discal en la espalda y había contraído conjuntivitis. Él nunca debería haber continuado con aquella gira, pero no puedes convencerle de lo contrario, así que allí estaba.”

«Se dice que fueron elegidos por los propios Slayer para telonear en 1994 la gira ‘Divine Interventión’ (…) por encima de bandas del calibre de Napalm Death. Ellos lo agradecieron borrando a sus padrinos del escenario en muchas ocasiones»

No cabe duda de que la voluntad de acero, el tesón y las pelotas de Robb Flynn son cualidades que han hecho de la marca Machine Head lo que es hoy en día.

En agosto de este año se cumplieron 23 años de la publicación de ‘Burn My Eyes’, y en mi opinión el álbum no solo no envejece, sino que está más de actualidad que nunca. Sus letras siguen hablando de los temas que nos preocupan a diario: políticos corruptos, religiosos pedófilos endiosados, conflictos bélicos, drogas, depresión y desesperación humana.

Se ha escrito mucho sobre Mr Flynn. Durante años se le ha tachado de ser una persona hostil y dictatorial que gobierna Machine Head con puño de hierro, llevándose por delante a quienes no están a la altura de sus planes e intereses. Quizás esa sea la razón por la que a día de hoy solo aguantan en la banda el guitarrista Phil Demmel y McClain (ambos miembros no originales).

Pero lo que está muy claro es que sin el empuje, los traumas, las vivencias, el carisma, el mensaje y el gran estilo guitarrero de Robb Flynn jamás se hubiesen llevado a cabo mis dos discos preferidos de la banda. Y aunque a estos les siguieron unas cuantas cagadas que es mejor olvidar, no me cabe duda que Mr Flynn siempre a puesto todo su corazón en Machine Head y por eso la banda siempre tendrá un lugar destacado en mi discoteca y mi corazón.