Cualquiera que haya seguido la carrera de Liv Jagrell podía tener claro que el anuncio del final de Sister Sin no iba a ser sino un alto en su camino. Poco tardó el formar Liv Sin, y en poner varios singles en el circuito. El primer disco, ‘Follow me’, tampoco se hizo mucho de rogar. Y claro, sabiendo el cariño que le tiene a nuestro país, no era difícil adivinar que vendría a presentarse en sociedad más pronto que tarde.
Grim Comet
Para dar más empaque a la gira, el cartel lo completaban otras dos bandas. Los primeros en comparecer fueron los madrileños Grim Comet. Me comentaba un compañero que, salvo el cantante y guitarrista Willy de Moya, los demás miembros eran diferentes a los que estuvieron en la misma sala solo unos meses antes. Pero lo cierto es que a mi me pareció que llevaban juntos toda la vida.
Los tres se complementaron a la perfección: el misticismo del bajo, el instinto animal a la batería y el carisma a las voces y la guitarra. Justo lo que pide esa mezcla de heavy primigenio, doom y stoner que pregonan. Su setlist se basó en su más reciente disco, ‘God is dead. Let’s eat him’, y aunque el público venía a otra cosa, se ganaron un merecido aplauso.
Mención especial al tema ‘Worn Out’, en el que Willy estuvo todo el tiempo tocando la guitarra por detrás de la espalda.
Olvido
Los gerundenses Olvido fueron los siguientes ocupantes del escenario. Afrontaban la siempre complicada tarea de defender sus temas ante un público que venía principalmente un sonido más clásico y previsible. Quizá tener a seis miembros en un espacio no demasiado grande fue su primer handicap, puesto que por momentos se tapaban y el sonido perdía fuerza y definición. Pese a ello y con una cuidada puesta en escena, se esmeraron en dar un buen espectáculo.
Olvido propone una mezcla que parte del gótico melódico, y añade aquí y allá elementos de otros estilos como el doom, el progresivo o el metal moderno. En su directo destaca la solemnidad y la intensidad que impregnan su ejecución, pasando de los momentos en que parecen estar en trance a aquellos en que se dejan poseer por la brutalidad de las partes más extremas de su repertorio. Sus tres discos tuvieron su cuota de protagonismo, destacando su último trabajo ‘Cupido|Mors’. No podía faltar su primer single, que estrenamos aquí hace un tiempo.
Liv Sin
Y finalmente llegó ella. Pese a que Liv Jagrell se ha ganado una fiel base de seguidores en España a base de girar a menudo por aquí, la entrada al comienzo de su actuación era discreta. Pese a todo, la menuda vocalista salió acompañada de sus nuevos 4 compañeros y con muchas ganas de poner al público a tono bien pronto. ‘Godless Utopia’ y ‘Let me Out’ fueron la chispa que encendió al personal. Con su habitual hiperactividad, Liv Jagrell conectó de inmediato con la gente. los miembros de su banda no solo demostraron ser unos buenos instrumentistas, sino que se animaron a la fiesta posando y divirtiéndose.
Con solo un disco en el mercado, era preciso que hubiera alguna versión en el setlist. Y era previsible que algo sonara de Sister Sin. La escogida fue ‘Outrage’. También hubo lugar para homenajear al metalgod Rob Halford, gorra incluida. No se dejaron tampoco su nuevo single, King of the damned, que dio paso a un arreón final con ‘Hypocrite’ y ‘The Fall’ y ‘Fight Song’. Se me hizo raro que ésta última no fuera la escogida para cerrar el bolo por todo lo alto.
Lo cierto es que se hizo corta su actuación, y es previsible que vuelvan a pasarse por aquí en cuanto tengan más material, a no mucho tardar. Lo que no falla es la simpatía y la cercanía que muestra siempre con sus fans. A Liv le dio igual que hubiera 30 donde antes había metido a cien: se hizo fotos con todos y cada uno de los que se lo pidieron. Toda una lección de saber cómo ganarse al público para terminar de redondear una noche original y variada.
Lugar // Paberse Club, Valencia
Fecha // 20/10/2017
Fotografías // Metalicharly
