Un año más, la antigua plaza de toros de Vitoria-Gasteiz se llenó de gente para disfrutar de uno de los mejores festivales de punk y hardcore de la península, el Gasteiz Calling. Entre todos los grupos que poblaban el cartel, destacaba la actuación de los reyes del hardcore neoyorquino, Sick of it All y Madball.
Viernes
RadioCrimen estrenaban la tercera edición del festival, siendo los primeros en salir al escenario. Los bilbaínos aprovecharon al máximo el tiempo, interpretando temas con estribillos reivindicativos y pegadizos.
Booze & Glory fueron los siguientes, con una propuesta muy facilona pero efectiva, donde resultó notable el trabajo de Bubbles (bajista) tocando unas líneas increíbles y con una presencia impresionante. Liam (guitarrista) no tuvo su mejor día, rompió mientras tocaba un punteo, que intentó salvar reescalandolo a otro tono, pero dejando empañada esa parte de la ejecución. Tras un rápido cambio de guitarra, presentaron brevemente su último álbum de estudio “Chapter IV”.
Llegaba el momento de ver a la banda liderada por Duncan Redmons (batería de The Toy Dolls) Snuff, donde aparte de tocar la batería también canta. No es un grupo que se deje caer mucho por la península, por lo que la gente tenía ganas de escucharles en directo. A mí personalmente me dejaron un tanto frío, ya que dejaron a un lado sus temas más punk y crearon un setlist lleno de canciones trompeteras.
Con parte del Iradier Arena lleno, llegó el momento del grupo local más esperado por el público, Parabellum. Los barakaldeses lo dieron todo y estuvieron arropados por sus incondicionales en primera fila. El sonido no acompañó durante toda la jornada, pero en el caso de Parabellum se hizo más notable en los primeros temas. Después de varios ajustes desde la mesa, consiguieron dar un concierto de mucho nivel, poniendo patas arriba todo el recinto.
Después de un largo parón de 10 años tuvimos la oportunidad de ver el directo de The Brief. Salieron a comerse el escenario con su punk rock melódico; gran puesta en escena que se vio un poco afectada por el sonido, y es que hasta que no llegaron los cabezas de cartel, el sonido en el Iradier Arena fue bastante pobre.
Dejando a un lado los sonidos rockeros, llegaba el momento de los veteranos Discharge, percusores y referencia para muchos grupos de grindcore, D-beat… 35 años después de su primer álbum, “Hear Notthing, See Nothing, Say Nothing”, demostraron estar en plena forma, dando un buen repaso a su repertorio, con sonidos oxidados y ariscos.
Legaba uno de los momentos más esperados por el público, los suecos Satanic Surfers saltaban al escenario para hacernos bailar y disfrutar de su punk rock melódico. Después del parón entre el 2008 y 2015, era la primera vez que se pasaban por tierras vascas. Los de Rodrigo Alfaro, ofrecieron un set especial, compuesto por sus trabajos grabados en Burning Heart Records: ‘Hero of Our Time’, ‘666 Motor Inn’… aunque también tuvieron tiempo para dejarnos con la miel en los labios, presentando un nuevo tema que formará parte de su nuevo álbum que verá la luz el próximo año.
Cerrando la jornada, los reyes del NYCH, Sick Of It All, salieron a escena para liarla como solo ellos saben. Dieron un puñetazo encima de la mesa, en cuanto a sonido y actitud, y todo eso se irradió en un público que lo dio todo con ellos. Les he visto en directo muchas veces, y sé que es una banda que no defrauda nunca. Tenían una hora para darle un bonito repaso a toda su discografía, desde su mítico ‘Step Down’ hasta temas de su último álbum como ‘Road Less Traveled’.
Después de descargar toda mi energía con Sick Of It All deje el recinto con Buzzcocks sonando de fondo. Llegaba la hora de marchar al hotel para recuperar fuerzas y poder disfrutar al máximo de la segunda jornada.
Sábado
El segundo día de festival arrancaba con los catalanes Crim, acompañados por su fiel público y que llenaron el recinto desde primera hora. Desde la primera canción se notó una mejoría en el sonido. Un directo enérgico y potente, con letras cargadas de crítica social.
Los ingleses One Way System fueron los siguientes en subirse al escenario, el grupo inglés de punk oi! lo dio todo. Con las crestas al viento y ese punk deshumorado, aprovecharon al máximo los treinta y cinco minutos de bolo, el nuevo frontman de la banda no dejó de animar al público a que saltaran y se rompieran en cuello con él.
Desde la misma ciudad llegaban Quemando Rueda; después de muchos años sin subirse a los escenarios, se reunían hace un año con intención de lanzarse a la carretera. Se notó que estaban en casa, ya que el público les arropó durante todo el concierto, coreando todos los estribillos y punteos de guitarra. Una alegría poder disfrutar de una banda local en un festival de este calibre.
The Baboom Show fue una de las grandes sorpresas de la noche, gracias a su frontman Cecilia Broström, que salió al escenario como un torbellino. La música en si no destacó, llegando a ser un poco repetitiva, pero ver a Cecilia disfrutando junto al público fue increíble, incluso llegando tirarse al ruedo y cantando encima de la gente mientras hacia crowd surfing. Aunque no todo fue idílico, en la intro de la segunda canción, el guitarrista de la banda dejó de tocar ya que no parecía conforme con el sonido de su monitor, un gesto bastante feo, tanto con los técnicos como con el público.
Llegaban los platos fuertes de la noche, empezando por Municipal Waste que nos iban a deleitar con los sonidos más duros y contundentes del festival. En directo me impresionaron muchísimo, sonidos muy duros con palm mutes muy contundentes y ejecutados a gran velocidad. El frontman de la banda, Tony Foresta, supo llevar el concierto a las mil maravillas teniendo una actitud dura pero cercana.
La mítica banda de hardcore Youth of Today dieron un bolo increíble, temas cortos pero directos a la yugular. El concierto más loco del festival sin duda. La gente no paraba de subirse y tirarse desde la plataforma colocada en primera fila, mientras Ray (cantante) se desgañitaba. La banda marcó a una generación de straight edge siendo uno de los fundadores de la youth crew que dio nombre a uno de los temas de la banda, y con el cual cerraron el coniertazo en Gasteiz.
No soy muy partidario de las bandas tributo, y menos que toquen casi como cabezas de cartel, pero RKaLiens es algo más que un grupo tributo, ya que muchos de sus componentes actuales han tocado alguna vez con RKL. Le dieron un buen repaso a toda la discografía de RKL con un sonido renovado, muy diferente al que acostumbramos a escuchar en todos los álbumes grabados en los 90. La gente tenía ganas de disfrutar y bailar con esos míticos temas de la banda Californiana, notándose una buena pelotonera en las primeras filas.
Tras un cambio rápido de backline, llegaba la hora de otros de los grandes del hardcore neoyorquino, Madball saltaba al escenario; en este caso contaban con Matt Henderson, fundador del grupo, a la guitarra. Justo antes de empezar, empezó a salir agua de una arqueta inundándose parte del pit. Aunque la organización tomó medidas muy rápido, empezó a sonar la intro de Madball y se les hizo imposible parar a la marabunta de gente que quería disfrutar de la banda en las primeras filas. Sobre Madball, parece que no pasan los años para ellos, Freddy Cricien (voz) no dejó de correr por el escenario y la tarima, ofreciendo el micro a todo el que quisiese agarrarlo y acompañarle con las voces. El público tubo una reacción recíproca, dándolo todo durante el concierto, y montando un pogo continuo desde la primera hasta la última canción. Ofrecieron un set especial con los temas que grabaron con Matt y dejando de lado los últimos álbumes.
Con las fuerzas bajo mínimos di por concluido mi paso por el Gasteiz Calling; un festival increíble en una ubicación inmejorable. La plaza de toros de Vitoria-Gasteiz resulta un sitio perfecto para este tipo de eventos: una zona amplia, techo cubierto y unos grandes calefactores que consiguieron frenar el frío y las lluvias otoñales.
Por desgracia, no todo fue motivo de celebración; el sábado por la mañana nos levantamos con el lamentable suceso de una joven víctima de una agresión sexista, desde la organización lamentaron el injustificable acto: «Nos entristece la lamentable situación que vivió ayer una chica al ser violentada por un chico» y publicaron el anuncio de tomar las medidas pertinentes contra cualquier tipo de agresión.
En el plano musical, esperamos con ansia el cartel del año que viene, que seguro que vuelve a inundar Gasteiz con el mejor punk y hardcore.