Grupos como Moonspell son los que ha añorado Valencia durante mucho tiempo. Así que la visita del veterano grupo luso era parada obligatoria en el calendario otoñal. Les acompañaban sus compatriotas Norunda y Bizarra Locomotiva. Dos grupos que no conocía pero que al final resultaron ser la guinda perfecta.
Norunda
Norunda fueron los primeros en dar la cara, cuando aún no había demasiado público en la sala. Con solo un disco en su haber, titulado ‘Irruption’ y editado este mismo año a través de Suspiria Records, este cuarteto multinacional (los miembros del grupo proceden de Venezuela, España y Portugal) ha conseguido posicionarse muy bien, puesto que no solo participan en esta gira, sino que en marzo les veremos de nuevo abriendo para The Haunted.
Su principal baza es un directo demoledor, en el que apenas dejan tiempo para coger aire. Con las pausas justas para anunciar los nombres de los temas, fueron disparando cañonazo a cañonazo mientras la sala se iba llenando a un ritmo más que notable. Con un sonido que deambula entre thrash y death consiguieron ser algo más que la banda que toca en primer lugar. Dejaron buen sabor de boca, y espero poder volver a verles en marzo, esta vez con la lección mejor estudiada.
Bizarra Locomotiva
Lo que vino después no me lo esperaba. A Bizarra Locomotiva tampoco los conocía de antes, y eso que tienen una larga carrera tras de si. Se precian de ser pioneros del metal industrial en Portugal, pero lo que es seguro es que tienen una puesta en escena acojonante.
Su estética es lo primero que sorprende. El cantante, Rui Sidonio, llevaba como unas bolsas de basura a retales como pantalón. Por su parte, el guitarrista era como una sombra, enfundado en una infinita malla negra y el teclista recordaba una estética entre punk y gótico.
Su directo no desentonaba en absoluto y tuvo varios momentos álgidos, como cuando Fernando Ribeiro subió a cantar a dúo ‘O Anxo Exilado’ o cuando en una de las ocasiones en que Rui Sidonio bajó del escenario a cantar, se puso a reptar como un gusano hasta acabar haciéndose el muerto. Para alguien que no conoce mucho el metal industrial, Rammstein es la referencia más clara que me viene a la cabeza para comparar con lo que hacen estos portugueses.
Sin duda os recomiendo que si vuelven por aquí vayáis a darles una oportunidad.
Moonspell
La guinda de la noche la ponían Moonspell. Hacía un par de discos que me había alejado de ellos, pero con ‘1755’ me volvieron a enganchar. El álbum llevaba publicado poco más de una semana y Fernando Ribeiro y los suyos tenían muy claro que iba a ser el pilar fundamental de su show. Es evidente que confían plenamente en él, si tocan íntegro el contenido de un disco.
Y la jugada les salió a pedir de boca, pues dieron un concierto memorable.
Envueltos en una permanente niebla, nos transportaron a la Lisboa de aquel fatídico 1755 en el que la tierra tembló y redujo la ciudad a escombros. Su particular visión de aquellos hechos ha quedado patente en su primer vídeo oficial y en la intensa entrevista que pudimos hacerle a Fernando Ribeiro justo antes del comienzo de la gira. Y también en su puesta en escena, ya que el frontman nos acerca un poco más a la historia con la teatralidad de su show.
‘In tremor dei’ con el tipo de máscara que solían portar los médicos de la peste negra o ‘Lanterna Dos Afogados’ con el candil son solo dos ejemplos de cómo han sabido montar un espectáculo de otro nivel. Además, sirven para que sea Ribeiro quien atraiga todas las miradas y lleve (magistralmente) el peso del concierto. Su clase maestra de cómo meterte al público en el bolsillo la remató derrochando simpatía como cuando explicaba en todo jocoso cómo funciona lo de decir que es la última canción o lo de salir a tocar los bises.
Además de ‘1755’, los portugueses tuvieron tiempo de rescatar su lado más doom con clásicos de su repertorio como ‘Opium’, ‘Awake’, ‘Mephisto’ o ‘Full Moon Madness’. La sorpresa la dio la festiva ‘Ataegina’, un tema que no suelen tocar en directo. En definitiva, uno de esos conciertos que recuerdas durante muchos muchos meses y que recomiendo encarecidamente a los que vayan a ver la gira de Cradle of Filth.
