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Los mejores discos de 2017 (IV)

La verdad es que llevo varios años sin hacer un ranking como éste. Obviamente, no es porque no haya buena música. Es solo porque llegados a este punto del año me resulta verdaderamente complicado hacer un resumen con sentido de todo lo escuchado.

Muchos álbumes pasan por mi reproductor volando. De muchos otros, incluso de grupos a los que he seguido durante años, solo llego a escuchar temas sueltos, que raramente me dejan tanta huella como para recordarlos de cara a un ranking así. Es la extraña sensación de que he escuchado mucha más música de la que puedo asimilar, pero a la vez, menos de la que me gustaría haber escuchado.

Malditos tiempos de sobre-información en los que vivimos.

Lo dicho, que nadie se ofenda por no aparecer en mi lista. Seguro que me dejo más de un disco que podría estar aquí, pero los que este año se me han quedado grabados en la mollera son estos:

Iced Earth – Incorruptible

Hacía muchos años que sus discos no me decían nada. Lo cogí con pocas esperanzas, la verdad…y me sorprendió para bien. De nuevo sentí que todo el conjunto funcionaba como un reloj: los riffs, la voz, las melodías. No voy a decir que sea la leche, incluso hay temas bastante del montón, pero desde luego volver a disfrutar con un disco de Jon Schaffer y compañía ha sido, para mi, una de las mejores noticias del curso.

Pain of Salvation – In the passing light of day

Otros que me pillaron por sorpresa. Con un par de adelantos me quedó claro que el disco iba a ser de toma pan y moja. Y vaya que lo fue, hasta el punto de necesitar hacer una crítica del mismo (esta). El disco es una nueva demostración de que Daniel Gildenlöw está muy por encima de la media en casi todo. Un constante sube y baja de emociones, una lucha permanente entre la oscuridad y la luz. Progresivo gourmet, sin peros ni objeciones.

Soen – Lykaia

Aunque sus anteriores discos me gustaron, Lykaia me ha enganchado. Elegante, inteligente y preciso. Desde la delicadeza de Lucidity a la creciente intensidad de Opal o la excelsa Jinn es un disco para paladear como un buen licor que ha pasado muchos muchos años en barrica de maderas nobles.

Moonspell – 1755

Aquí reconozco que no solo me influye lo mucho o poco (más lo primero) que me ha gustado el disco. La inclusión de este disco en la lista tiene bastante que ver con la gran puesta en escena que Ribeiro y familia hacen en directo. Llevar un disco nuevo al completo como parte de tu setlist es una apuesta arriesgada… salvo que sea un disco como ‘1755’. Diez temas que te transportan a una Lisboa devastada por un fatídico terremoto con el añadido de estar cantados en su portugués natal, lo que le da un toque extra de ‘credibilidad’.

Wolfheart – Tyhjyys

Si Tuomas Saukkonen saca disco un año y no lo véis en mi top llamad urgentemente al médico, que algo no va bien. Más allá de mi confesa admiración por esta genio del winter metal, Tyhjyys es, una vez más, todo lo que hace que Wolfheart estén creciendo a un ritmo imparable. Un death melódico aplastante y que te transporta a parajes helados donde la furia serena de la naturaleza no tiene rival.

Persefone – Aathma

Los andorranos Persefone tenían por delante la titánica tarea de superar su anterior ‘Spiritual Migration’, uno de mis discos favoritos ever-in-the-world. No voy a mentir diciendo que lo han hecho, al menos para mi. Sin embargo, con las escuchas sucesivas es un disco que ha ganado. Como siempre, a cada pasada que le das descubres algo nuevo, y eso no lo puede decir cualquiera. De remate, tuvimos el inmenso placer de participar en el estreno de sus dos vídeos (aquí y aquí), algo que me hizo muchísima ilusión.

Gravity – Noir

Gracias Youtube por ponerme a estos franceses delante. Nunca había escuchado nada de ellos hasta que me apareció el primer vídeo promocional de su tercer disco. ¡Aguarda con los chavales! El segundo adelanto directamente me voló la cabeza, y de ahí a no poder dejar de escucharlo en bucle, gracias entre otras cosas a que se puede escuchar íntegro en el canal de su sello. Metal moderno, con una bestial interpretación vocal femenina, elementos del djent y del deathcore con un buen equilibro entre buen gusto y mala ostia.

Noah Histeria – Hautefaye

El disco. Sin más. Que se hagan discos así en nuestro país solo puede ser motivo de orgullo. Después de tanta actividad en redes sociales este lanzamiento podía haber sido un ostiazo, pero lo que traían bajo el brazo estos cinco chavales es una obra a la que el tiempo pondrá en un sitio reservado solo a los grandes. Para no extenderme demasiado, os remito a la crítica que en su día escribí, la única del año junto a la de PoS. Poco más que añadir a ese dato. Bueno sí: que están en el cartel del Resurrection Fest, ahí es nada…

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