Si son de los que gustan estar al quite de todo lo que cuece en el underground patrio, tomen papel y lápiz y apunten en letra bien legible: Underwater lights. Desde que finiquitaron su primera canción, ‘I handle this’ en octubre del año pasado, el quitento madrileño – Álex y Bogdan a las guitarras, Raúl al bajo, Héctor a la batería y Arcangelo voces y teclados – ha seguido trabajando hasta completar con dos temas más lo que desde el día 19 de septiembre supone su EP debut titulado ‘The rift‘, y que viene a recopilar las composiciones que fueron publicadas paulatinamente en forma de single.
Desde luego lo que llama más la atención es la ambición compositiva que presentan en estos más de 20 minutos de música. Zigzagueando en el (death) metal progresivo y, como no podía ser de otra forma al estar adheridos a tal etiqueta, con numerosos guiños a otros géneros musicales, podemos escuchar como se devanan los sesos en el ensamblaje de cada uno de los cortes presentados.
Tanto en ‘Unseating kings and gods’, ‘Underwater lights’ como en ‘I can handle this’, se muestran tremendamente intrépidos a la hora de dar quiebros y sacudidas a las composiciones, buscado estructuras intrincadas que intentan pillar a contrapie, y jugando con el detalle, procurando que los sentidos permanezcan siempre alerta, rozando distintas sensibilidades musicales y en definitiva, dejando patente que los cinco deben mantener una relación abierta con (casi) todos los palos musicales.
Como ya puedes anticipar, en este cajón de sastre encontraras un abanico amplio de recursos, desde ritmos sincopados, cambiantes registros vocales y cierto desparrame guitarrero en el tema de apertura, pasando por los pasajes más ambientales del tema que da nombre de guerra a la banda, en el que dan mayor énfasis a su carácter prog, partiendo de un inicio más templado que va expandiéndose cual universo sónico, y acaba implosionando y mostrando sus nexos con gente de postín tipo ‘Between the buried and me’ y similares. Diez minutos que pasan en un suspiro antes de echar la llave con un último ‘I can handle this’ que mantiene el notable nivel de lo que llevas escuchado hasta el momento.
Y es que no se puede obviar que son los tres primeros temas que nacen de sus esfuerzos conjuntos, lo que hace más llamativo si cabe el resultado obtenido en unas composiciones que se ven especialmente cuidadas, y que desde luego dejan constancia de un potencial superior a la media.
Un futuro que se atisba brillante (al menos en el apartado artístico, que ya se sabe como está la cosa…) y del que estamos seguros que así sera si siguen evolucionando desde el punto en que se encuentran.
Y ello queda constatado cuando ya se les puede ver compartiendo tablas con monstruos de la talla de Stained blood y Thirteen bled promises, como hace pocos días sucedía en la capital.
Nosotros desde La Estadea, no lo dudéis, permaneceremos atentos.