Profesión actual: Consultoría informática
Grupos relacionados: HEX, Virulency, Quaoar, Cadaverized Ferocity, Tomb
Puesto dentro del grupo: Voz
Enlaces relacionados: Sitio web oficial
Cuéntanos quién eres, y cuál es la faceta por la que te conocemos en el mundillo
¡Hola! Mi nombre es Jonathan, actualmente ejerzo de vocalista en la banda de death/doom metal bilbaína, HEX. Fruto de mi inquietud, también he estado involucrado en el sector de la prensa musical, liderando el extinto magazine Pitchline’Zine durante unos 11-12 años aproximadamente.
¿Cuánto tiempo llevas tocando/cantando? ¿Y en tu grupo?
Llevaré alrededor de unos 15-18 años al frente de un micro aproximadamente. El background a nivel bandas es bastante variopinto, desde la etapa primigenia de Quaoar, pasando por mi faceta más brutal death metalera con Virulency o la más actual en HEX. También ha habido espacio para pequeños proyectos de brutal death como Cadaverized Ferocity, Tomb, colaboraciones en grabaciones otras bandas amigas (Moñigo, Sulphur Seas, Interminable Corruptions, etc) o un proyecto que se está gestando con el guitarrista Javi Martín (ex-Lampr3a).
¿Cómo describirías el proceso de pasar de ser un fan a subirse al escenario?
Creo que la gran mayoría de músicos que vemos encima de un escenario no dejan de ser fans y melómanos, por lo que el proceso es algo más bien natural. De todas maneras, imagínate, ser un mocoso de 16-17 años viendo a tu banda favorita y con el paso de los años, vivir en tus propias carnes esa experiencia. Quién sabe, quizás con el paso de los años, hasta uno podría compartir tablas con esa banda que en tiempos pretéritos admirabas como un fan empedernido.
¿Tuviste algún tipo de formación musical o eres totalmente autodidacta?
Ninguna. En perspectiva, es algo que hubiera cambiado, sobretodo para quitar ciertas manías, depurar y desarrollar técnica o tener nociones básicas de teoría musical. Pero es lo que hay, hahaha. ¡Así que autodidacta al 200%!
«En la escena underground uno siempre podrá encontrar propuestas frescas, originales e innovadoras. Lo que ocurre, es que comparado con otros países limítrofes (…) el establecerse y mantenerse entre los grandes es algo muy complicado»
España siempre parece un lugar improbable para lograr el éxito con el rock/metal. ¿Qué opinas de esta tendencia?
Lo veo como un estigma más bien contracultural. Lo he experimentado en mi carnes las veces que he podido viajar a festivales fuera de España, conversar con músicos de otros países, o acudiendo a charlas/simposios organizadas en festivales sobre la industria musical. Siento ser pesimista, pero es algo que siempre nos va a lastrar, y va a estar ahí para la perpetuidad.
No obstante, siempre se puede encontrar cierta ‘luz’ entre tanta oscuridad. ¿Dónde? En la escena underground. Ahí uno siempre podrá encontrar propuestas frescas, originales e innovadoras. Lo que ocurre, es que comparado con otros países limítrofes o cercanos del tipo Portugal, Francia, Italia… el establecerse y mantenerse entre los grandes es algo muy complicado. Echando la vista atrás, siempre nos faltarán unos Gojira, Moonspell, etc. Esto es, una banda que ‘rompa’ esa barrera en el viejo continente, y haga que el gran público gire su cabeza para ver lo que se cuece en la península.
¿Cómo destacar frente a las demás bandas?
Trabajo, trabajo y más trabajo. Podríamos añadir constancia, tenacidad, tener una pizca de talento y saber desarrollarlo. También disponer de suerte, contactos, creatividad. Podría extenderme muchísimo más y cualquier opinión sobre este tema sería más que válida. Daría para un interesante debate esta pregunta, a decir verdad.
¿A qué te dedicas en la vida real para llegar a fin de mes?
Trabajo en una multinacional dedicada a la consultoría de servicios informáticos para la Administración Pública vasca. Un mundo, totalmente antagónico al musical.
¿Te genera más gastos o ingresos tu participación en la banda?
La música no deja de ser un hobby. Un hobby realmente caro, pero necesario para mi subsistencia espiritual y emocional en este mundo. Genera a veces y no siempre por partes iguales, satisfacción y frustración. Sarna con gusto, no pica, dicen.
«No existe ni siquiera un circuito musical a nivel nacional profesionalizado en nuestro país, a nivel de metal. A lo sumo, unas muy pocas bandas con los dedos contados subsisten»
¿Dónde está la frontera entre un hobby caro y una profesión con la que ganarse el pan?
Me parece una pregunta muy interesante. Porque existe una delgada línea que los separa. Fíjate el caso por ejemplo de Angelus Apátrida, que apostaron por ‘profesionalizar’ la banda. Nadie te puede asegurar nada y es a fin de cuentas una apuesta arriesgada, donde has de estar al 200% por y para una banda. Además de otro tipo de factores externos. La verdad, es que es otro tema que daría para un largo debate o una mesa redonda a nivel de charla.
¿Consideras a corto, medio o largo plazo la posibilidad de poder vivir de la música?
Absolutamente NO. Así, en mayúsculas. Ni lo considero, ni lo planteo, a decir verdad.
¿Qué tendría que cambiar para que eso fuera posible?
Es prácticamente imposible que eso ocurra. No existe ni siquiera un circuito musical a nivel nacional profesionalizado en nuestro país, a nivel de metal. A lo sumo, unas muy pocas bandas con los dedos contados subsisten. Imagínate, explicar a una persona mundana lo que es el ‘metal extremo’, o la propia idiosincrasia que conlleva la palabra ‘underground’. Tiempo perdido.
¿Qué has aprendido hasta ahora del negocio como músico?
Me llevo particularmente las experiencias, conocer a otras personas con la misma pasión que uno, otras culturas, nuevas propuestas musicales, recuerdos, etc. Es lo más importante, sobretodo, para no perder el norte y el rumbo como músico.
¿Qué porcentaje de las experiencias personales se transportan a la partitura?
Pienso que prácticamente un alto porcentaje de nuestro día a día, se mimetiza en un riff, una letra, una idea o una composición a fin y al cabo. Todo nos influencia. Cine, lectura, vivencias, entorno cultural-político, clima, etc.
Un deseo para el futuro…
Aprendizaje continuo con músico, apoyar la música independiente y disfrutar de ella, ya sea encima del escenario, o como acérrimo ‘metalhead’.