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In flames ‘Sounds of a playground fading’

Aunque no me guste generalizar, creo que los fans de In Flames, a día de hoy, se pueden dividir en dos grandes grupos: los que los conocían desde sus primeros discos y los que, tras conocerlos en la época del ‘Reroute to remain’, comenzaron a investigar sobre su carrera pasada. Estos últimos, por lo general, están bastante encantados con los cuatro últimos discos de la formación. Los primeros por el contrario, han perdido en gran medida, sus esperanzas de volver a los sonidos del pasado.

Como digo, y como todos ya sabéis, tras el mencionado ‘Reroute to remain‘, el sonido de In Flames dio un giro importante. Pasaron de ser uno de los padres del conocido como ‘sonido Gothemburg’, junto con Dark tranquility y At the gates, a crear una nueva corriente más moderna, hasta el punto de denominar sus último discos ‘new Gothemburg’ en alguna web. Por si a alguien le queda alguna duda, este nuevo trabajo se enmarca en esa corriente.

El comienzo de la escucha no es demasiado esperanzador. El tema que da título al disco no me ha gustado demasiado. Lo veo demasiado cercano al metal alternativo, lejos incluso de los In Flames más recientes. Por el contrario, el single ‘Deliver us‘ sí se aproxima más a su sonido habitual. Se hacen reconocibles los rasgos distintivos del grupo, junto con la electrónica a la que últimamente han recurrido. Aun así, un poquito más de empuje en el estribillo le habría venido bien.

El disco se pierde en canciones poco sustanciales. Temas que, con el paso de las escuchas solo recuerdo si me fijo adrede en el título, como ‘All for me‘, ‘Where the dead ships dwell‘ o la final y ultra melódica ‘Liberation‘. ‘Fear is the weakneess‘, la arriesgada ‘Darker times‘ o el inicio de ‘Ropes‘, pasan dejando alguna marca más. Aparte, incluyen dos de corte lento. En ‘The atticAnders saca su lado más intimista, y ‘Jester’s door‘ parece sacada de un disco chill out de los Chemical Brothers.

Por el lado positivo, la que más me ha gustado es ‘The Puzzle‘. Creo que escuchándola, los fans del sonido clásico podrán pensar que esta es una evolución que habrían aceptado, porque tiene sabor a los viejos riffs, batería, etc combinado con lo más actual. También me enganchó pronto la caña y la sorprendente velocidad de ‘Enter tragedy‘. Una pena lo del estribillo. Y finalmente he disfrutado bastante con ‘A new dawn’ que conjuga bien un buen par de riffs con las orquestaciones de cuerda del estribillo.

En resumen ¿es esta la evolución necesaria del sonido Gothemburg? Sabemos que no, porque Dark Tranquility, los otros padres vivos de la criatura, siguen repartiendo estopa en una onda no tan diferente. Esta es, por tanto, la evolución que ha seguido In Flames. Hay a quien le gustan así y hay a quien no. Para mi es un disco bastante normal, en el que a ratos pierdes la atención. Lo que sí está claro es que, dentro de la coherencia con su actual forma de entender la música, este trabajo supera al menos a su antecesor. Espero que los que gustan del sonido más reciente de los suecos lo disfruten más que yo.

[Rating:6.5/10]


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