La Estadea Logo

Aborym ‘Shifting.negative’

No podríamos hablar de Aborym sin hablar de Fabban, el fundador y miembro original del proyecto italiano, que sigue haciendo de las suyas desde que a principios de este siglo comenzara a desarrollar su personal mezcla de black industrial con discos memorables, colaboraciones más memorables aún (Attila Csihar de Mayhem o Faust de Emperor) y alguno de los pasajes más importantes en el género industrial europeo, con imprescindibles como ‘With No Human Intervention’, que sentó las bases del black industrial y que generó una atmósfera pocas veces alcanzada por discos de otras bandas como DHG o The Kovenant.

‘Unpleasantness’ abre el álbum con sonidos industriales muy en la línea de proyectos como Combichrist o Mortiis, y haciendo gala de toda una gama de sonidos hardcore que explotan con guitarras zumbantes, samplers tecnológicos y una voz grave e intimista que va desarrollando el tema hasta llegar a unos estribillos comerciales, y que nos recuerdan la gran influencia de bandas como NIN o Filter en toda la música europea con tintes industriales. La producción una vez más sobresaliente, con una base rítmica muy bien programada, y una omnipresente capa de sintetizadores que harán las delicias de los más acérrimos a la electrónica.

‘Precarious’ es discordante, grave y completamente innovadora, con una base de sintes de bajo que bien puede traerte a la cabeza temas de los último álbumes de NIN, mezclados con todo el intimismo de Tiamat o Zeromancer. Toda una oda a la introspección.
‘Decadence in a Nutshell’ nos trae a la memoria los experimentos vocales de los casi olvidados Babylon Zoo, o los en su día muy promocionados Godhead, todos ellos expertos en sus respectivos campos del género más ecléctico del metal. Siempre con algunas referencias como Ministry en la punta de la lengua, incluso los solos de guitarra nos traen algunos pasajes del ya casi olvidado ‘Antichrist Superstar’ de Marilyn Manson. Atravesamos todo un cúmulo de experiencias con este corte en particular.

Con ‘10050 Cielo Drive’ volvemos a ese sonido muy propio de los Marilyn Manson noventeros mezclados con unos NIN algo cinemáticos. Es una auténtica pasada lo que consigue esta banda, pasar de la tempestad a la calma en tan solo un segundo, melodías y rabia cargados de buenos riffs hard rockeros y bases sobresaturadas que crean una atmósfera gradualmente sobrecargada, solos de nuevo cortos pero al grano, y detalle en cada capa y cada distorsión. Voces sobresalientes esta vez saliendo hacia el metal más americanizado.

‘Slipping Through the Cracks’ es algo más lenta y siniestra, con una voz y un bajo que te traen a todas esas bandas que adorábamos en los noventa por su facilidad para hacer rock/metal industrial sin complicaciones. Los estribillos son uno de los fuertes de Aborym, y dejamos a vuestra opinión a que saben los pianos, y a que banda multiplatino nos recuerdan.

‘You Can’t Handle the Truth’ comienza intimista y experimental, muy anclado a las bandas sonoras en la capa electrónica y a pasajes doom que bien podrían salir de manos de Sunno))). Y no es de extrañar que Ministry estén entre sus influencias, ya que resuenan en buena parte de los samples y en la forma de escribir los enrevesados riffs de los estribillos. Como siempre contrastes y una enorme amalgama de sonidos que rebotan y se entremezclan con pesadez a veces, y con implacable precisión otras.

‘For a Better Past’ vuelve a la senda del piano reznoriano, con una introducción oscura y compleja a nivel melódico, con notas que se basan en la asonancia y en los ciclos más góticos y tétricos que el piano permite. La electrónica vuelve a abrirse camino a medio tiempo, quizás de los temas más lentos del trabajo, con voces muy bien producidas, cercanas y omnipresentes te envuelven desde el primer minuto.

‘Tragedies for Sale’ suena sucia y programada desde el primer momento, una tarea de producción en baterías y samplers que se apoya en las guitarras y las voces distorsionadas una vez más. Nuevos estribillos con el sello más Aborym, desconcertante e hipnótico al mismo tiempo. Con ‘Going Pew Places’ resuenan las baterías programadas de nuevo, pero esta vez la guitarra recrea una atmósfera a base de arpegios que te engancha desde el primer momento. Uno de los temas más oscuros del LP, con una cierta reminiscencia a The Kovenant.

Y al final del camino, ‘Big H’ aterriza haciendo poco a poco que el disco desaparezca entre una nube de ritmos hard rock de una guitarra muy cuidada en todo el álbum, y soltando toda la artillería restante con unas melodías que nos han recordado al grandísimo ‘The Downward Spiral’ de NIN.

Lo mejor

  • El estribillo de ‘Unpleasantness’.
  • Quien necesita a Trent Reznor teniendo un exponente europeo aún más creativo.
  • La programación es sobresaliente.
  • Las guitarras no estorban en ningún sitio.
  • Es un álbum futurista pero que no pierda la base más orgánica.

Lo peor

  • La batería real habría hecho de un disco sobresaliente una obra maestra.
  • El orden de los temas cambia mucho la escucha del disco. Aconsejamos escucharlo en modo shuffle.

Etiquetas relacionadas