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Metallica en los años 90, la madre de todas las discordias

“Pienso que Oasis son una gran banda que compone grandes canciones y tienen una actitud memorable… ¿Qué más podría añadir?”. (Lars)

“Eramos una banda de heavy metal hace siete u ocho años. Creo que empezamos a separarnos de la escena con el disco negro. Tenemos nuestras raíces en el heavy, pero a día de hoy somos algo más que una banda de heavy. Tocamos muchos estilos y hacemos cosas que no son típicas del heavy”. (Kirk)

Cuando el batería y el guitarrista de Metallica hicieron estas declaraciones a Metal Hammer en el ya lejano 1996, todos sus antiguos seguidores se llevaron las manos a la cabeza. Después fueron apareciendo aquellas famosas fotos con el pelo corto y la ropa de rockero de diseño y la comunidad heavy y thrash emitió un rugido de horror al unísono.

“¿Qué ha sido de nuestros ídolos?” – se preguntaron muchos.

Los únicos músicos en los que se podía confiar habían fallado a su público más fiel, para muchos no había perdón posible.



“Me he cortado el pelo porque lo llevaba largo desde los ocho años y empezaba a estar harto. Y en cuanto a las sesiones fotográficas… les quisimos dar un angulo más creativo”. (Kirk)

“No tenemos un nuevo look, sencillamente hemos evolucionado desde la última vez que nos vimos. No es cuestión de ir a un asesor de imagen y decirle: “¡Oh, me encanta ese corte de pelo!, ahora mismo me vas a peinar así”. (Lars)

Cuando “Load” por fin salió a la luz, los puristas del genero condenaron definitivamente a la banda. Fue comprensible que parte de su antiguo público no se lo tomase bien tratándose de una de las bandas que popularizaron el thrash metal, pero también es comprensible que tratasen de evolucionar y componer otro tipo de canciones. Habían crecido, escuchado infinidad de estilos musicales, ampliado sus influencias y posiblemente sus gustos habían cambiado.

“Tal vez estábamos aburridos de muchas cosas. Si observas nuestra historia te darás cuenta de que siempre hemos huido de lo que habíamos hecho. Han pasado cinco años desde que grabamos el anterior disco y a habido un montón de cambios en nuestra vida. Ya no somos unos chavales, no quiero engañar a nadie saliendo en una sesión fotográfica con una camiseta negra de Annihilator, simplemente no es lo que llevo cuando voy por ahí”. (Kirk)

“Me encanta este disco, tiene tanto que ver con lo que somos a día de hoy. Estuve hablado con mi padre del tema y me dijo que tampoco veía una diferencia tan abismal con nuestro anterior estilo. Hay canciones como “Bleeding Me”, “The Outlaw Torn” o “Wasting My Hate” que no están tan a años luz de lo que hemos hecho anteriormente”. (Lars)


LOAD: SI TIENES OÍDOS ESCUCHA LA MÚSICA

Es un gustazo escuchar este disco en los tiempos que corren, el paso de los años ha hecho de él un clásico atemporal , variado y genial. En 1996 los cuatro jinetes estaban tan en forma que rompieron todas las barreras y parieron un discazo que toca todos los palos dentro de la música rock.

El disco comienza con “Ain’t My Bitch”, un potente arranque al estilo del “Black Album” que no hace sospechar nada malo. Es en 2×4 donde se escucha el primer cambio, el tema es un stoner hard rock de la escuela Soundgarden que aborda melodías y estribillos nunca antes usados por la banda.



De inmediato te atrapa la opresiva melodía de “The House Jack Built”, un lento, denso y moderno hard rock en el que la banda demuestra su buen hacer y su sabiduría a la hora de componer grandes temas. En esta canción la producción y las armonías rozan lo sublime, los guitarristas de la banda demuestran que saben usar otras cosas aparte de la velocidad de sus muñecas. La letra de la canción también es de matricula de honor, James se quedó a gusto hablando de sus demonios y de las adicciones que tuvo que combatir unos años después.

“Hay partes de ciertas canciones donde se pueden apreciar reminiscencias de “Master Of Puppets”, quizás sólo durante un segundo”. (Kirk)

“Sí, durante un acorde de guitarra”. (Lars)

Ellos mismos lo dejaron claro en sus provocativas declaraciones, no íbamos a escuchar mucho thrash metal de la vieja escuela en este álbum. Pero daba igual amigos, las canciones de “Load” están tan bien ejecutadas que si tienes la mente un poco abierta no puedes hacer otra cosa que quitarte el sombrero ante tamaña obra maestra. Quizás “Until It Sleeps” y “Hero Of The Day” sean mi única objeción a este álbum, esas composiciones encajarían mucho mejor en otro disco.



Después de la creciente melodía de “Bleeding Me” y los impresionantes ritmos de “Cure” y “Poor Twisted Me” llega el poderío de “Wasting My Hate”, un cañonazo con matices del pasado que colocaba a Metallica entre las bandas del futuro. Sus ritmos y crujientes guitarras son una auténtica delicia.

Pero como a nuestros amigos les gusta un poquito la polémica, justo cuando los más puristas se están olvidando de los temas que no les agradan aparece “Mama Said” y destruye esa ilusión. Para mi gusto es un temazo, un country rock ejecutado a las mil maravillas que vuelve a ensalzarlos como los musicazos que fueron y son.

Y justo al final llegan mi temas preferidos, el crujiente riff de “Ronnie” es descomunal, una sobrecarga de decibelios con sabor a hard rock clásico que te atrapa y no te suelta.

En “The Outlaw Torn” se comprimen casi todos los matices escuchados en el disco, de los riffs stoner rock estilo Black Sabbath a las melodías opresivas. El tema va creciendo hasta convertirse en un monstruo en el que James Hetfield vuelca toda su desesperación y las guitarras lloran y rugen antes de descarrilar en descomunales riffs y escalas demoledoras.



“Outlaw Torn” es una de las mejores canciones de metal que nadie haya escrito. Así que pienso que ciertas canciones del disco son heavy metal o metal moderno. Llámalo como quieras, tú sabrás”. (Lars)

Personalmente “Load” me gustó desde el principio, casi todos los temas de este disco me atraparon a la primera escucha y cada día me gustan más. Ojala pudiese decir lo mismo de algunos de sus antiguos clásicos, muchos de ellos han terminado por aburrirme.


RELOAD: OTRA BUENA DOSIS DE POLÉMICA

“No me importa demasiado el rechazo de “Load”, yo también lo hubiese rechazado cuando tenía diecisiete años. Pero entonces no tenía ni idea de un montón de estilos musicales. A lo largo de los años he ido escuchando un montón de música y pienso que para que la gente aprecie otros estilos lo único que debe de tener es ganas de aprender”. (Kirk)

“Load” y “Reload” es sencillamente el doble álbum que en un principio teníamos pensado editar. Son dos discos de un peso similar, de igual importancia. No se trata de un disco de primera categoría y una serie de sobrantes dejados para el segundo disco ni nada de eso. Son 14 y 13 canciones que se pueden intercambiar unas con otras. Las portadas son intercambiables, el diseño, todo… Se trata de un año y medio de trabajo. El mejor ejemplo para explicarlo sería si “Use Your Ilusion II” hubiese salido un año después de “Use Your Ilusion I”, habría sido más o menos lo mismo”. (Lars)

Cuando en diciembre de 1997 Metallica volvieron a la carga con “Reload” la gente cruzó los dedos y cerró los ojos. Sus nuevos seguidores cruzaron los dedos para que la banda no volviese a tocar ese “Thrash ensordecedor para melenudos” y sus fans de toda la vida rezaron para que el nuevo trabajo tuviese algo más de caña.



Por aquel entonces yo era un chaval de 17 años que se encontraba atrapado en un estilo de vida pueblerino del que necesitaba escapar a toda costa. Mi viejo amigo el cantante Ángel Rubín (ex-Adgar) me pasó una cinta original y la quemé mientras pasaba aquel duro invierno.

El nuevo disco me gustó un poco menos que “Load”, pierde fuerza en algunas composiciones pero aun así me parece un buen disco. La gente se indigno por el tema “The Memory Remains”, pero a mí no me pareció tan terrible. La banda ejecuta sus partes con una maestría descomunal y Marianne Faithfull mete sus coros con elegancia y sin ningún pudor. La cantante y ex de Mick Jagger (a día de hoy mucha gente desconoce este dato) deja testimonio de su experiencia y sabiduría tarareando lo que a muchos les pareció una abuela vende castañas. ¡Señores, esa dama fue un sex symbol en los sesenta y una cantante más que decente!

La mayor parte de la crítica denostó el álbum y pronosticó la caída de Metallica. Esto, unido a que “Load” había vendido la mitad que el “Álbum Negro”, hizo que sus seguidores comenzasen a temblar de nuevo. Lars conservó la calma y salió al paso con una audaces declaraciones:

“Si “Reload” vende igual que “Load” entonces habremos conseguido más o menos las mismas ventas que con el “Black Album”. Es lo que siempre he esperado. Siempre calculé que “Load” vendería la mitad que el “Black”, si este disco saliese ahora vendería menos que “Load”. No creo que mucha gente escuche el “Black Album” en 1997. El heavy metal está perdiendo su interés para muchos”.

En aquella época Lars pasaba del heavy, pero eso no le hizo componer un mal disco. No es el mejor de su carrera, pero demuestra que el tipo tenía las cosas claras y no las cambiaba por nadie. En mi opinión pudo haber enterrado “Reload” al ver las ventas de “Load” y aun así siguió adelante contra viento y marea. Eso es tener un par de pelotas y lo demás son chorradas.



El álbum comienza con “Fuel”, un tema que posee unos riffs descomunales y una base rítmica pletórica y atronadora. La interpretación vocal de Hetfield es arrolladora y la producción es limpia y contundente, el bueno de James quiere fiesta y te invita a quemar la ciudad. Este tema fue un alivio para muchos hasta que escucharon “The Memory Remains”, la canción de la discordia. Como ya he señalado anteriormente, la banda esta soberbia en esta canción y la señora Faithfull lo borda con sus quejidos. Una canción que habla de la fama, la belleza perdida, el paso de la vida, la tragedia, y la perdida de la memoria no podía tener mejor complemento que la interpretación de una señora que representa eso y mucho más.

El disco continua con “Devil’s Dance”, un enérgico hard rock con unos cambios y estribillos magistrales y unas melodías de guitarra acojonantes. Es en temas como este donde demuestran lo buenos que eran en aquella época, podían interpretar cualquier estilo y hacerlo muy suyo, darle un lavado de cara y hacer que sonase único.

Una de la mayores sorpresas de estos dos discos es “The Unforgiven II”, la banda reinterpretó uno de sus temas más queridos y salió victoriosa del duro intento. El tema suena épico y magistral, casi me gusta más que la primera parte.

Slither” y “Carpe Diem Baby” son mis preferidos del disco. El primero es un contundente hard rock de riffs crujientes y base rítmica demoledora. Un tema de ensueño, a día de hoy me sigue subiendo el punto como el primer día. “Carpe Diem…” comienza lentamente pero explota en tus oídos con una contundencia sosegada y misteriosa, su ejecución de este stoner hard rock es de las más magistrales de todo el disco, un tema muy profundo que te invita a aprovechar a tope los buenos momentos.

El bueno de James estaba en la cumbre de sus adicciones y a punto de descarrilar, es mala señal que todas o casi todas las canciones de dos discos hablen de los demonios, el lado oscuro de la mente y dejarse llevar por las adicciones.

Cuando parece que todo está a punto de terminar la banda nos ataca con “Bad Seed”, un tema súper crujiente. Los riffs estilo Sabbath nos invitan a mover el cuello y las melenas y a acelerar a tope nuestros coches. “Prince The Charming” te hace levantarte del asiento al instante, la banda ataca con un inicio tipo “Stone Cold Crazy” que te hace olvidar los malos sabores que para muchos pueda tener este álbum.

El disco termina de manera magistral con “Attitude” y “Fixxxer”. El primer tema representa su nueva forma de encarar la velocidad, un poco más lento pero mucho más contundente que en los viejos tiempos. Con “Fixxxer” dejan constancia de todo lo que saben hacer y desarrollar en un contexto más lento. Al igual que en “Outlaw Torn” la banda se pierde en una tormenta de riffs y escalas magistrales.



Visto desde la distancia que dan los años “Load” y “Reload” me parecen una de las maniobras más valientes y arriesgadas de la historia del rock. Todo apuntaba a que aquella empresa podía ser un verdadero fiasco, el fin de su carrera, pero arriesgaron a muerte y al final les salió muy bien.

“En términos de metas no nos hemos dejado ninguna en la estacada. La última gran meta fue sobrevivir al “Black Album” y permanecer vivos. Sobrevivimos y a partir de ahí todo fue mucho más fácil. Ahora somo nosotros y la música, mientras disfrutemos seguiremos adelante. Es irrelevante que nos comparen con bandas como Sepultura, porque nosotros grabamos los discos de la manera que queremos escucharlos, pero sobre el escenario podemos con todos, y eso esta demostrado”. (Lars)

En el momento de escribir estas lineas “Load” atruena mis oídos y por momentos se me ponen los pelos de punta. Que me ocurra esto durante un turno de noche es bastante raro, pues suelo estar bastante amodorrado. Pero los Load tienen eso, son unos discos que te despiertan algo dentro.

En mi caso es así, da igual el género musical, si me pone me pone, y los Load lo hacen y mucho.

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