El pasado domingo nos visitaba una de esas bandas que siempre cumplen en el escenario, de esas que aunque no seas muy afín a su propuesta no te dejan indiferente cuando están sobre las tablas. Nos adentramos en la intermitente Sala Estraperlo para disfrutar de unas horas de música con propuestas diferentes entre sí.
Con una puntualidad correcta – que parece que se está estandarizando en los promotores españoles – salían a mostrarnos su música los neerlandeses Gold. Con una puesta en escena que contrastaba la intensidad de los instrumentistas con la sobriedad (casi desidia) de la vocalista presentaban su propuesta, cuanto menos curiosa, Gold. El sexteto practica una especie de indie rock pesado y duro, con elementos hardcore que culmina con la voz oscura -en ocasiones propia de una banda de rockabilly- de Milena Eva. Tuvieron que pasar tres cortes, un par de miradas seductoras a las últimas filas y 1.000 headbangings de sus guitarristas para que la frontwoman se sacara las manos de los bolsillos… Era una imagen curiosa, como su música, a la vez que hipnótica. Basaron su corto setlist en su último lanzamiento de estudio titulado ‘No image‘. Quizá los veamos en el próximo Primavera Sound.
Tiempos de cambios, charlas y pruebas de sonido que retrasaron el salto a las tablas de Harm’s Way. La idea de los de Chicago era menos ecléctica, más en consonancia a lo que veníamos a ver: hardcore. Su propuesta es básica, primitiva y ruidosa. La distorsión está siempre al 10 y los breakdowns se hacen canción. La banda liderada por un sobremusculado, ultra-tatuado y sobreactuado James Pligge está respaldada por el mismísimo Jacob Bannon (cantante de Converge y dueño del sello Deathwish Inc) por lo que ya conocemos el motivo de su presencia en la gira. Harm’s Way es de estas bandas que si no eres muy exigente y te gusta el estilo te lo harán pasar bien durante los siguientes 30 minutos pero que deja mucho que desear tanto en ejecución como en propuesta musical.
Tras un cambio de backline, un tiempo de preparación y una cerveza para refrescar la garganta saltaba al escenario el plato fuerte de la noche, lo que habíamos venido a ver, el torbellino americano: Converge. Su fama les precede, les había visto varias veces en directo siempre saliendo contento de sus actuaciones, así que mis expectativas eran altas. Los de Jacob Banon llegaban a nuestro país recién salidos del escenario del Hellfest Open Air, uno de los grandes festivales de Europa, así que seguramente venían engorilados. Converge pegaron sobre uno de los monitores un setlist realmente extenso así que la noche prometía. Traían bajo el brazo una reedición remasterizada y extendida de su éxito del 2.004 ‘You Fail Me‘ sólo disponible en versión vinilo. Repasaron éste y prácticamente toda su carrera en un concierto de algo más de 1 hora de duración. Iban a por faena, no se cortaron un pelo y nos dejaron a todos atónitos, la sala se había llenado hasta los topes, la gente coreaba sus temas y en el centro de la sala hubo movimiento, si bien no muy intenso, continuo durante todo el show. La entrega de la banda es una constante pasen los años que pasen y llenen las salas que llenen, y eso se agradece todavía más si se acompaña con una ejecución y una performance de lo más cuidada.
Como punto “negativo”, por ponerles uno, fue la voz de Jacob que parecía en ocasiones agotado, no llegaba del todo a las canciones más rápidas, sin ser flagrante (de ahí las comillas) no todo podían ser elogios, aunque los merecen todos, vivimos una catedra de como llevar un directo.
Podéis revivir el setlist de Converge en esta lista de Spotify.
