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Symphony X ‘Iconoclast’

Por fin. Han tenido que pasar seis meses y un buen puñado de discos para enfrentarme a un trabajo que me haya dejado algo más que satisfecho. Y para mi sorpresa, han sido los progresivos americanos Symphony X, un grupo al que creía bastante más estancado de lo que realmente está, los que me han dado la alegría.

Este ‘Iconoclast‘ es un disco conceptual sobre la creciente dependencia del hombre respecto de las nuevas tecnologías. El trabajo se abre con una apuesta arriesgada, un tema de once minutos. Sin embargo, el tema no se hace largo en absoluto, combinando su habitual power prog con intensas orquestaciones y coros operísticos. Sigue un acertado medio tiempo, ‘The end of inocence‘, con gran protagonismo de los teclados. Más compleja y cortante es ‘Dehumanized‘, un tema en el que quien más destaca es Russell Allen en un exigente registro.

El ritmo vuelve a subir con ‘Bastards of the machine‘, una vez más de la mano de los poderosos riffs de Romeo y un animado estribillo, imprimiendo una velocidad más a la batería. Más atmosférica es ‘Heretic‘, un tema ligeramente más oscuro en que los teclados adquieren de nuevo más protagonismo.

El tema que menos me ha impactado es ‘Children of the faceless God‘, pero quizá sea solo para coger con más ganas el trío final, comenzando con la brutal ‘Electric Messiah‘, con sus hipnóticos riffs de guitarra, seguida de la completa ‘Prometheus (I am alive)‘, con sus diversas melodías y cambios de ritmo y finalmente, la épica y grandiosa ‘When all is lost‘, con el inicio melódico al piano y su creciente intensidad. Un tema que, por cierto, me ha recordado a trozos a los Dream Theater de hace diez años.

Aunque es difícil destacar algo en un conjunto tan completo, creo que hay que hacer mención especial, por un lado, al inconmensurable trabajo de Michael Romeo, un virtuoso de la guitarra que pone su técnica al servicio del disfrute general y no para su propio goce onanista. El otro puntal que sobresale es Russel Allen, un vocalista como hay pocos en la escena heavy actual.

Estamos pues ante un transatlántico del metal progresivo, un plástico de escucha más que obligatoria, un disco que pasa a engrosar la ya abultada lista de grandes trabajos a cargo de esta formación que lanza su candidatura al trono del metal más técnico. Y como no espabilen algunos de los que rondan ese puesto de excepción, no habrá nadie que pueda discutírselo.

[Rating:9.5/10]

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