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Jolly Joker y de BudaSam en la Sala Drumgorri, Llodio

En La Estadea elegimos las bandas basándonos en su calidad, independientemente de su tamaño o de su nacionalidad. Este viernes pudimos ver en directo a dos bandas españolas de hard rock, una en castellano y otra en inglés, de esas que se están intentando abrir camino en el mundo de la música. Nos sentimos como mamá pata llevando a sus polluelos bajo su ala y os lo relatamos a continuación.

Drumgorri es una sala ubicada a escasos metros de Santa Cruz de Llodio, un referente para las bandas noveles. Nos sorprendió la excelente acústica y el tamaño del escenario, así como lo acogedor, con staff amable y donde podías quedarte relajadamente después de la finalización del concierto.

Los bilbaínos BudaSam se subieron al escenario a las 23.15 y desde él nos lanzaron una buena selección de 12 temas, mezcla de su EP y de su debut, ‘Ensuciando el silencio‘, del primer concierto de la gira. Comenzaron con frialdad vocal, efecto agravado porque la voz se escuchaba muy baja: coros descoordinados y vocales un tanto perdidos, fallos que mejoraron con el desarrollo del concierto. Ander Alonso se estrenaba a la batería, pero nadie lo hubiera notado: mostró seguridad de veterano, disfrutó, y fue vistoso. También destacó a la guitarra de Kike Herrero y el ex Viento Norte Aitor Etxebarrena mostró mucha actitud, incluso descendiendo hasta el público.

Fue la sala perfecta para interpretar sus canciones de poesía callejera, desde el primer single y primer tema ‘Sobre cenizas‘ hasta el bis de ‘Perdido en la ciudad‘. Como esperábamos, ‘Sin tu aliento‘, dedicado al apoyo de la audiencia, fue el más jaleado y además, en directo suena todavía mejor.

Una gran actuación para ser el primer concierto de la gira y en el último año, pero que evidenció que requieren que le metan horas de ensayo para eliminar los errores vocales y que enamoren con la presentación de las canciones.

«Una gran noche de rock’n’roll a un precio irrisorio para un público selecto en el que una vez más se notó la falta de apoyo a las nuevas bandas»

El segundo plato, los valencianos Jolly Joker fue servido pasada la medianoche. Afortunadamente no se convirtieron en calabazas, si no en apuestos príncipes del hard rock más guarrete. Habíamos disfrutado de ellos en enero de 2012, en Valencia, como teloneros de los suecos Dynazty, y si lo que vimos allí nos hizo incubar húmedas fantasías, puedo deciros que no sé cómo me reprimí y no subí al escenario y les planté un morreo a cada uno. Estos chicos son otra dimensión. Ahora mismo podría mandárseles sin limusina de vuelta al Sunset Bulevar o al underground londinense a quemar las tablas con King Lizard. Cuando reseñamos su debut ‘Sex, Booze & Tattoos‘ [8’5/10] os los recomendamos encarecidamente, pero en directo sus temas crecen como las habichuelas mágicas. Desde ‘Damage‘, nos sumergieron en un trance del que no despertamos hasta el bis y nos despertamos con pena.

Crónica del concierto de Jolly Joker y de BudaSam
Jolly Joker son otra dimensión. Ahora mismo podría mandárseles sin limusina de vuelta al Sunset Bulevar o al underground londinense. Fotografía: Wildgirlsins

¿Qué no tienen? Deberían acabar los conciertos de manera menos cortante y dirigirse más al público al presentar las canciones y para animarlos. Quitados esos fallos mínimos, Lazy Lane es uno de los pocos frontman rockstar que quedan en España y Eddie y Yannick tienen esa destreza a la guitarra que casi no te crees. La puesta en escena es un homenaje a cuando las bandas vivían los conciertos, no se limitaban a recitar su repertorio como la lista de la compra. Una actitud que escasea y que puedes disfrutar todavía en bandas como los británicos Estrella o los suecos The Gloria Story.

Y luego no se atrevieron sólo con una interpretación notable de su debut, si no que añadieron retazos del ‘Lick It Up‘ de KISS y, entre otras, se cascaron una versionaza del ‘Monkey Business‘ de Skid Row y otra del ‘Show No Mercy‘ de W.A.S.P..

He de reconocer que en la mayoría de los conciertos soy una Cariátide, pero durante este no pude parar de bailar: estos chicos se te meten en la sangre. Uno de los mejores directos de una banda española.

Una gran noche de rock’n’roll a un precio irrisorio para un público selecto en el que una vez más se notó la falta de apoyo a las nuevas bandas.

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