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Arch Enemy ‘Khaos legions’

Empiezo a no saber si es cosa mía o si es simplemente un mal año. El caso es que, uno tras otro, van llegando los lanzamientos que uno espera de las bandas que suelen marcar la pauta, y uno tras otro caen en el olvido sorprendentemente rápido. Por desgracia, los suecos Arch enemy están en ese grupo.

El nuevo disco de los hermanos Ammott y compañía cumple justito con los mínimos requisitos para entretener un rato y satisfacer a los fans incondicionales, pero no va a pasar a la historia del grupo como uno de sus destacados. Y es que se hace difícil encontrar temas que te enganchen y, sobretodo, que te hagan menear la cabeza, que es al fin y al cabo lo que se les pide.

Con estas trazas se presentó el single ‘Yesterday is dad and gone’, el tema que abre el disco tras una intro instrumental. Un tema que tiene un par de riffs marca de la casa, más vulgares de lo normal, pero a la que le falta un estribillo contundente que termine de enganchar. Peor aun es lo de ‘Bloodstained cross’, que comienza potente y prometedora, y se diluye poco a poco hasta terminar con un horroroso estribillo que solo tiene sentido al final.

Poco más o menos pasa con ‘Under black flags we march’, un tema lento que siguiendo la tónica no me llega a enganchar del todo. La sorpresa me llegó con ‘No Gods, No masters’. Posiblemente sea el tema con la parte más suave del disco, pero al menos tiene un elemento sorpresa. Además, creo que es el único tema en que realmente me gusta la voz de Angela Gossow.

Siguen varios temas que podrían definirse como ‘sí pero no’. Canciones como ‘City of the dead’, ‘Cruelty without beauty’, ‘Cult of chaos’ o ‘Through the eyes of the raven’ combinan, siguiendo la tónica general, partes interesantes con otras que hacen que te vayas del tema, aunque éstas últimas sean de las destacables del trabajo. Y cuando la cosa ya parece que se apaga, meten ‘Vengeance is mine’, el tema más salvable de todo el plástico. El tema final, ‘Secrets’, tiene todas las papeletas para cerrar más de un directo.

Como no podía ser de otra forma, el apartado técnico es impecable. Pese a ello, creo que en muchos puntos se han pasado con los retoques a la voz de Angela Gossow, hasta el punto de disfrutarla más en las partes lentas. Destaca también que han incluido hasta tres temas instrumentales en los catorce que incluye el tracklist.

¿Ha llegado Arch Enemy a ese punto en que solo se puede esperar que saquen discos pasables para seguir tirando? Creo que no, que este es solo un paso dubitativo en una marcha por lo general firme. Sin tener grandes temazos que lo hagan imprescindible, factura un nivel algo superior al de la media, pero sin llegar a sus mejores momentos.


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