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Warmen ‘Accept the fact’

Tras casi cuatro años de sequía en lo que a su proyecto en solitario se refiere, Warmen ha decidido sentarse ante su teclado y regalarnos este nuevo lanzamiento.

Aun introduciendo el disco de esta manera, uno de los peros más grandes que achacamos al compacto es su escasa duración. Esto repercutirá seriamente en el análisis… pues, en sus escasos 35 minutos, Warmen se las apaña para incluir desde cortes instrumentales, como la genial ‘Accept the fact’ que abre el disco, hasta composiciones más asequibles en las que el metal melódico de toda la vida hace acto de presencia.

Pero volviendo al disco, ‘Invisible power’ da una total libertad a la voz de Timo Kotipelto, interpretando un tema muy melódico y fácil de asimilar. Sencillez y eficacia con numerosos teclados de colchón. ‘Wathers of lethe’ es un corte atronador, mucho mas ‘heavy’ que el resto del material. En esta ocasión, el teclado cede parte de su protagonismo a unas guitarras contundentes, que marcan el paso de Marko Vaara y su voz, que, aunque chirrie en los agudos del estribillo, conduce notablemente el tema. Warmen de nuevo sale a escena con otro tema instrumental ultra-melódico: ‘Roppongi Rumble’, una locura de teclado y cambios de ritmo constantes, muy bueno pese a que quizá, tanto virtuosismo pueda acabar cansando (y mas teniendo en cuenta la duración del álbum).

‘The all blame me’ quizá resulte el tema más interesante, con voz femenina al frente, el grupo incluye un ritmo mas moderno en el que el estribillo en medio tiempo amortigua la velocidad de la canción. Aquí es quizá donde se comienza a pisar el freno, pues los cortes que prosiguen no mantienen tanta calidad como los mencionados anteriormente, y es una pena pues se rompe de manera considerable el nivel que mantenía el disco.

Quizá lo mejorcito de esta olvidable tralla final sea ‘Puppet’ con un Kotipelto que se convierte en una de las colaboraciones de lujo en este ‘Accept the fact’. ‘Laying Delilah’ resulta el corte mas pobre del trabajo, un tema que se hace pesadísimo por su soporífero ritmo y su letra tan empalagosa, un autentico error. ‘Return of Salieri’ supone atribuirse todo el merito a la formación, con el tercer pasaje instrumental del disco, el cual resulta quizá, excesivo para un disco de estas dimensiones. Y para terminar lo hacen con una versión mas que correcta de ‘Someboy’s watching me’ de Rosswell, en el que Alexi Laiho pone el toque gutural a la producción.

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